Gato y niños en la familia: cómo dividir las tareas.

A los más pequeños se les puede asignar tareas sencillas para el cuidado de Micio que ayudan a hacer crecer en el niño un sentido de responsabilidad hacia el animal y el resto de la familia. A continuación, se explica cómo compartir las habilidades en el caso de los gatos y los niños de la familia.

Gato e hijos en la familia.
Gato y niños en la familia: que dejar hacer a los pequeños (Foto iStock)

A menudo, los niños son los primeros en querer un gato, pero una vez que llegan a casa, los mayores tienen que cuidarlo a diario. Para promover el desarrollo sentido de responsabilidad en el niño, mejorar su paciencia y elautoestima será necesario dividir las tareas. yo padres por tanto, debe ayudar a los niños a entender mi el respeto la necesitar de Minino como, por ejemplo, no molestar al animal mientras come o duerme o entender cuándo tiene hambre o incluso saber cuándo cambiar la caja de arena.

Del agua a los juguetes: cómo repartir las tareas en caso de gato y niños de la familia

Gato e hijos en la familia.
Gato y niños en la familia: cómo dividir la tarea

Entonces, ¿cómo involucrar a los más pequeños en el cuidado diario del gato? Dependiendo de rango de edad, los más pequeños de la casa pueden entrar al rutina diaria De este modo.

De cero a 3 años el niño deberá acostumbrarse al respeto por el animal ya que en este período no puede entender la diferencia entre gato y juguete.

De 3 a 6 años, con la supervisión de un adulto, el niño puede comenzar a:

  • lanzar un juguete para que Kitty corra (especialmente si es un gato obeso);
  • ayudar a limpiar tazones, juguetes y artículos usados ​​por la mascota;
  • llene el recipiente con agua o comida;
  • comprobar que Micio tiene agua limpia y fresca;
  • sacar al gato con una correa.

Entre 6 y 10 años el niño tendrá que consolidar las tareas vistas anteriormente y podrá añadir algo más como recoger los juguetes de Micio o ayudar al adulto a limpiar la carta o al cepillar el pelaje del querido amigo de cuatro patas.

A partir de 10 años Arriba, según los expertos, los niños pueden tener una mayor responsabilidad y por tanto hacerse cargo del cuidado del gato alimentándolo, limpiando la caja de arena y cepillándolo.

¿Qué más pueden hacer los padres en la relación gato-bebé además de asignar pequeñas tareas?

  1. Lejos comprender al niño necesidades del animal (hambre, sed, caminar, dormir);
  2. lejos comprender al niño reacciones del gato (porque ronronea, porque es agresivo, porque el gato maulla de forma extraña, etc.);
  3. involucrar el bebe en el cuidado diario de lo contrario, existe el riesgo de confundir al animal con un juguete o accesorio;
  4. predica con el ejemplo, bueno, ¡esto no solo se aplica al cuidado de una mascota felina!

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CAROLINA DEL SUR

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