Gato se mete en el frigorífico: como corregir este mal hábito
En cuanto abres el frigorífico, ¿se mete el gato en él y no es fácil sacarlo? Aquí hay algunas pequeñas estrategias para implementar.
Incluso nuestros amigos de cuatro patas pueden tener sus malos hábitos, que no siempre son fáciles de corregir, especialmente cuando ya son adultos. Si tu problema es que el gato y en una fila en nevera cada vez que lo abres para conseguir algo, puedes intentar poner en práctica algunos consejos prácticos. Esto es lo que es.
¿Por qué el gato se mete en el frigorífico?
La gato es muy animal habitual, particularmente sensible a la novedad; por tanto, es difícil adaptarse rápidamente a los cambios, desde los más pequeños hasta los más grandes. Incluso un nuevo electrodoméstico puede representar una ruptura en su rutina diaria, como para socavar su serenidad.
Muchos electrodomésticos también hacen ruido: piensa en el ventilador o el secador de pelo. Y el felino es particularmente sensible a los ruidos; por otro lado, el oído del gato es cuatro veces más potente que el del ser humano.
Por tanto, además de la comprensible molestia, también existe el miedo a un nuevo objeto con un ruido infernal (al menos desde el punto de vista felino).
Lo más probable es que el aparato favorito del felino sea el nevera; no muy ruidoso, por supuesto, pero en su mayoría contienen comida. Incluso si se muestra reacio a las cosas nuevas, el gato se entera de inmediato de que el aparato contiene sus delicias favoritas.
Sin embargo, en ocasiones el felino exagera en el aprecio por el frigorífico; en los casos más «graves» tan pronto como abrimos el aparato, el gato se desliza dentro de él. Y no siempre es fácil sacarlo.
¿Se puede corregir este mal hábito? Sí, incluso si el resultado no es obvio. Sin embargo, es necesario comprender cuál es el razones del comportamiento del felino. En otras palabras, ¿por qué el gato se mete en el frigorífico?
- Caliente: sí, nuestro amigo de cuatro patas podría buscar un refresco en el querido electrodoméstico. Si lleva a cabo su comportamiento únicamente durante los meses de verano, lo más probable es que la razón se encuentre precisamente en las altas temperaturas. En este caso, es bueno correr a refugiarse: hay muchas formas de enfriar al gato del calor abrasador;
- Estrés: el felino podría mostrar claros signos de estrés, que también puede manifestarse en la constante necesidad del animal de esconderse. Y el frigorífico puede ser uno de sus lugares favoritos. Si el gato también tiende a esconderse en otros rincones de la casa, podría ser estrés, un trastorno que debe tratarse rápidamente contactando a su veterinario de confianza;
- Mal hábito: finalmente, podría ser simplemente un hábito adquirido con el tiempo por nuestro amigo de cuatro patas, especialmente cuando el comportamiento no está asociado con ningún trastorno patológico o una causa temporal, como el calor del verano.
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Las estrategias a adoptar
Los dueños suelen ser los principales culpables del nacimiento de un mal hábito en el gato. El caso es que, una vez que surge, también hay que encontrar la forma de eliminarlo, si es posible.
No es tan sencillo en realidad, porque para corregir este comportamiento felino es más difícil utilizar el técnica Dell ‘Asociación, que consiste en asociar recuerdos positivos con un determinado objeto (que asusta al gato) o con un comportamiento que queremos poner en práctica.
El problema, en este caso, es todo lo contrario: el gato ya tiene recuerdos positivos relacionados con el frigorífico, ¡por eso se mete en él siempre que puede!
Si tiene otro refrigerador disponible, o más probablemente uno pequeño nevera, podemos usarlo para contener la comida del gato; entendiéndose que el felino comparte muchos gustos con los humanos. Por tanto, el problema no podría resolverse, especialmente si la causa principal es la búsqueda de alimentos.
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Ciertamente puedes premiarlo, solo con un refrigerio, siempre que no implemente el hábito no deseado, para que el felino asocie la comida con el comportamiento correcto. Habrá que repetir muchas veces este expediente, hasta que nuestro amigo cuadrúpedo no lo asimile.
Por otro lado, no parece la solución adecuada para evitar que el felino entre a la cocina, donde se encuentra el frigorífico. Muy a menudo, el entorno familiar se asocia físicamente con la sala de estar, donde pasamos momentos de convivencia con toda la familia, que también incluye al animal.
Solo si el frigorífico se encuentra en un fregadero podremos optar por este expediente. En cualquier caso es posible contactar con un veterinario conductual.
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