Gato ofendido, cuando pasa y que hacer en estos casos

gato ofendido

Los gatos son famosos por ser independientes y, a veces, incluso distantes. Es su naturaleza y, a veces, esta actitud puede acentuarse aún más después de nuestra prolongada ausencia. En este caso Félix podría parecer más frío y distante de lo habitual, mostrando toda una serie de comportamientos de total indiferencia. A veces, por ejemplo, puede darnos la espalda y no comer lo que le ofrecemos en nuestra presencia. Hablamos de real ‘gato ofendido’ en estas situaciones. Estos animales la mayoría de las veces saben cómo establecer una fuerte relación de empatía con sus dueños. Incluso cuando parece que no les importa lo que sucede a su alrededor, en realidad no les importa. Los gatitos comprenden muy bien cuál es nuestro estado de ánimo en un momento determinado. Al mantener uno de estos hermosos animales en la casa, los dioses pueden suceder malentendidos.

Por ejemplo, nuestro querido felino puede haber tenido problemas al romper un objeto o limarse las uñas donde no debería haberlo hecho. En esas situaciones sería mejor no lo regañes excesivamente, ya que nuestros gritos podrían confundirlo. Si notamos que va a desaparecer con las orejas bajadas es porque querrá evitar complicaciones. En cuanto a la posible situación del ‘gato ofendido’, todo esto ocurre por motivos muy concretos. Nuestro gato simplemente está aburrido, no ha encontrado a nadie a su alrededor de las personas a las que está acostumbrado a ver todos los días y en cualquier caso todo esto hay que interpretarlo de forma positiva. Significa que nos ha extrañado.

Gato ofendido, lo hace porque se siente molesto

Pero esta condición ha alterado sus hábitos, hasta el punto de alterarlo. Probablemente temen que nada vuelva a ser como era antes, después de tal cambio en su vida. Entonces solo necesita ser paciente sin preocuparse. Si te encuentras en la situación de tener que salir de casa durante unas semanas, el consejo es el siguiente: no traigas Felix de un amigo o en cualquier otro entorno, pero déjelo donde está, con agua y comida disponible.

Al menos desde el punto de vista ambiental no habrá variaciones y el trauma será mínimo. Y si tiene alguna persona de confianza que lo revise de vez en cuando, incluso mejor. Luego, a tu regreso, unos días serán suficientes para que las cosas vuelvan a ser como antes. Solo tendremos que esperar a que nuestro gato ofendido vuelva a tener la seguridad de antes. Su comportamiento es algo que siempre puede sorprendernos.

AP