Error veterinario en cirugía de perros: responsabilidad e indemnización por daños
En la hipótesis de error de un veterinario que condiciona el resultado de la cirugía en el perro, ¿qué protección brinda la ley?
Incluso nuestros amigos animales pasan por el quirófano. Como sabemos, las operaciones quirúrgicas pueden tener diferentes grados de dificultad: muchas son rutinarias, algunas pueden ser más complejas. ¿Qué sucede en la hipótesis de ¿Error veterinario durante la cirugía de perro? ¿Cuándo se ve obligado a pagar una indemnización?
Responsabilidad contractual
Quien cause daño injusto a otros, ya sea intencionalmente o causado por la violación de las reglas de prudencia y diligencia común, está obligado a indemnizarlo.
Es un principio general de nuestro ordenamiento jurídico, previsto en el art. 2043 cc Hablemos del responsabilidad extracontractual, que a la vez, de manera indirecta, formula un principio válido para todo ciudadano: es decir, no causar daño injusto a terceros.
Este tipo de responsabilidad puede recaer sobre todos, incluidos los profesionales, y, en lo que concierne a nuestro campo de investigación, incluido el veterinario.
Sin embargo, cuando hablamos del error de un veterinario durante la cirugía a la que se somete uno de nuestros animales (por ejemplo el perro) surge un tipo de responsabilidad diferente, la contractual.
El profesional se compromete ante nosotros a realizar la operación en nuestro animal, y nosotros, por su parte, nos comprometemos a pagar la suma pactada por el servicio. La violación de este acuerdo conlleva, para el transgresor, el surgimiento de responsabilidad contractual.
Si el veterinario pierde la intervención (por ejemplo, resultando en la muerte del animal o el deterioro de sus condiciones de salud, como la cojera del perro), no cumple debidamente con la obligación.
Para ello, no es necesario que se haya celebrado un contrato por escrito; incluso el acuerdo verbal por sí solo es suficiente.
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Intervención errónea del veterinario: indemnización por daños
En el caso de que el veterinario confunda la intervención en nuestro perro, tendremos derecho a una indemnización por los daños.
No hay problema donde el profesional admita su responsabilidad. Desde 2012, el veterinario tiene la obligación de sacar un póliza de seguros, que cubre los daños y perjuicios derivados del ejercicio de su profesión.
Si, por el contrario, no reconoce esta responsabilidad, o la suma ofrecida por la compañía aseguradora es menor, a juicio del perjudicado, al daño sufrido, será necesario acudir a la autoridad judicial para afirmar sus razones.
Al tratarse de una responsabilidad contractual, el perjudicado deberá acreditar la existencia de la relación obligatoria y el daño, cargando al profesional la carga de acreditar que el error no es imputable a su responsabilidad, y que ha realizado la intervención a continuación las pautas dictadas para el ejercicio de la profesión.
La actividad que realiza el profesional es la del trabajador; conforme a‘Arte. 2236 cc solo es responsable por mala conducta intencional o negligencia grave.
El daño resarcible es tanto el daño material (pensemos en los gastos médicos adicionales que fueron necesarios en la hipótesis en que empeoraban las condiciones de salud del animal) y, dadas las detenciones jurisprudenciales más recientes, el moral, debido, por ejemplo, a la pérdida de tu mascota.
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Cuando no hay responsabilidad
Sin embargo, también se debe evaluar la complejidad de la cirugía.
Una cosa es una operación rutinaria (como la esterilización del perro), otra es, por ejemplo, una cirugía particularmente compleja, con un resultado incierto, que es la única forma de intentar guardar la vida del perro. Animal, cuando el El propietario ha sido adecuadamente informado de los riesgos.
En este caso se puede llamar al veterinario para que responda exclusivamente por dolo (o voluntario) o negligencia grave (inexperiencia o negligencia en la ejecución del servicio).
Antonio Scaramozza