Enseñarle al perro su nombre: los trucos más efectivos

¿Hacer que su perro se acostumbre a su nombre parece una hazaña imposible? No, si sigues algunos sencillos consejos para enseñarles.

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Perro: cómo acostumbrarse al nombre que le hemos elegido

Recordar al perro en algunas circunstancias puede incluso guardarle la vida: piense en la capacidad de Fido para meterse en problemas. Llamarlo por su nombre y acercarlo realmente puede Salva su vida! Y luego ayuda a establecer una relación con nuestro amigo de cuatro patas, especialmente si acaba de ser adoptado. Pero, ¿cuáles son los pasos para enseñarle un nombre a tu perro? Primero que nada partimos de elección de nombre, que debe tener ciertas características que veremos más adelante. También será bueno acostumbrarse siguiendo unos sencillos pasos. ¿Estás listo para sumergirte en esta otra fantástica aventura con nuestro querido Fido?

Enseñarle un nombre al perro: aquí está el por qué

¿Es el perro el mejor amigo del hombre o no? Los amigos amantes de los gatos pueden volver la nariz, pero la relación que se crea entre el perro y el dueño es simbiótica y profunda: ¡esto es innegable! ¿Cómo podemos pensar en establecer una relación tan profunda con otro miembro de la familia sin siquiera llamarlo por su nombre? Además de sentar las bases para una relación que durará para siempre, es importante hacerle entender qué nombre se elegirá para él, especialmente porque podría resultar extremadamente útil en algunas circunstancias. Sin necesariamente querer pensar en situaciones de grave peligro, imaginemos perdernos en un espacio grande y poblado, como un gran parque cubierto de árboles. Llama a nuestro perro llamaría su atención y evitaría el riesgo de sentirse solo y abandonado.

Por supuesto que también podemos llamarlo dale una orden o para recordarle que es hora de comer o de salir (aunque le es más fácil invitarnos a hacerlo). En definitiva, llamar al perro es fundamental para la relación humano-animal y, si se hace correctamente, será la base perfecta para una relación de amor y respeto mutuo.

Nombra a tu perro: 3 factores principales

No será tan simple, pero tampoco imposible: puede suceder que el perro inicialmente sea incapaz de asociar el nombre que le hemos elegido y no se acerque. Excluyendo problemas de audición, también podemos pensar que la culpa es nuestra: quizás el nombre elegido no sea fácil de memorizar y solo nos hemos ocupado de nuestros deseos en lugar de facilitarle el trabajo al perro. Estos son los factores a considerar para que su perro se acostumbre a su nombre.

  • La elección del nombre: que sea corto, quizás compuesto de una sola palabra para evitar toparse con diminutivos que podrían confundir al perro.
  • Elige el momento adecuado: nos referimos no solo a la parte más adecuada del día sino también a la fase de crecimiento de nuestro Fido. De hecho, es obvio que un cachorro joven está más predispuesto que un adulto a asimilar nueva información, incluido el nombre. Durante el día preferimos el tiempo de la comida y el de los abrazos o jugar: esto se debe a que el perro siempre debe asociar la llamada con algo positivo.
  • Asociar una recompensa con la retirada: cuando el perro se acerque a tu llamada, tendrá que recibir algo a cambio, ya sea un bocadillo o una caricia y una palabra de aliento y elogio.

Enseñarle el nombre al perro: todos los consejos

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Nombre del perro: cómo facilitarle el aprendizaje

Cuando queremos que nuestro perro se acostumbre a su nombre se lo ponemos fácil. No te enojes ni lo regañe cuando falle: esto solo pondría en peligro su relación y haría que él perdiera la fe en su amo.

El lugar para practicar es importante: comencemos por el patio trasero o una habitación grande, en fin, un lugar que le sea familiar. Aprovechamos un momento de distracción para llamar su atención y acompañar el sustantivo a un verbo como ‘¡ven!’. También es importante la forma de pronunciar el nombre: que sea claro, sin deletrear demasiado las sílabas, quizás con un tono de voz tranquilo y tranquilizador. Puede ser útil asociar un movimiento de la mano, tal vez un latido, al nombre, de modo que el perro asocie no solo el sonido sino también el gesto.

Ya hemos mencionado que si la llamada está asociada a una recompensa es fácil que el perro se acostumbre a acercarse a ella primero. El error a evitar es llamarlo para regañar al perro o darle un sermón: esto haría que perdiera la fe en el humano y luego no ayudaría porque el perro no asociaría el crimen con la llamada.

Ayuda contacto visual al llamar al perro, quizás asociando el comando con un verbo como ‘mírame’. Obviamente, cuando lo haga, tendrá que ser recompensado con una recompensa. Las sesiones didácticas deben durar como máximo 5 minutos cada uno: mejor un poco de tiempo pero mejor aprovechado. Será necesario no faltar al entrenamiento todos los días, pero sin forzar al perro cuando esté cansado o cuando esté realizando otras actividades. El ejercicio debe ser un juego, no una obligación.

¡Dale tiempo y no pienses que todos los perros son iguales!

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FC

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