Enfermedades autoinmunes del gato: que son, como reconocerlas y que remedios existen

¿Qué son y qué se entiende por enfermedades autoinmunes de los gatos? Veamos cuáles son los síntomas para reconocerlos y qué hacer para mantenerlos bajo control.

Enfermedades autoinmunes de los gatos

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Antes de entender lo que pueden ser enfermedades autoinmunes del gato, tendremos que intentar explicar en palabras sencillas el concepto mismo de ‘enfermedad autoinmune’. Afortunadamente, existen tratamientos que pueden ayudar a que el cuerpo del felino no se debilite demasiado; También hay algunos remedios caseros que podemos usar para ayudar a nuestro querido gatito mascota. Lamentablemente, cuando está enfermo, todos estamos sufriendo: por eso es importante comprender lo que tiene y vigilar siempre su salud.

¿Qué son las enfermedades autoinmunes: qué le sucede al cuerpo?

Para los no expertos, la enfermedad autoinmune podría explicarse por una reacción anormal del sistema inmunológico de un individuo que «ataca» los tejidos sanos y, por lo tanto, causa la enfermedad.

Micio esta enfermo
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Cuando el sistema inmunológico reacciona ‘mal’ puede atacar todo: desde las articulaciones hasta la piel y los vasos sanguíneos. En lo que al ser humano se refiere, hasta el momento se cuentan diez, aunque en muchos casos se trata de trastornos crónicos.

Afortunadamente, la ciencia ha avanzado con tratamientos y remedios que nos permiten a nosotros y a nuestras mascotas llevar una vida lo más «regular» posible. Pero sobre las causas desencadenantes, los expertos todavía parecen vacilar.

Enfermedades autoinmunes del gato: cuáles son las más frecuentes

Al igual que en los humanos, incluso en los gatos puede haber una respuesta anormal del sistema inmunológico que no reconoce (o de hecho reconoce como extraños) los tejidos sanos del cuerpo.

Enfermedades autoinmunes de los gatos
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A menudo tendemos a considerar Fiv (virus de inmunodeficiencia felina) y Felv como enfermedades autoinmunes, pero en realidad son infecciones por inmunodeficiencia felina. En cambio, los más frecuentes en gatos son dos, a saber:

  • Pénfigo foliáceo,
  • Anemia hemolítica inmunomediada (IMHA).

Pénfigo foliáceo

El riesgo de pénfigo foliáceo en perros es la misma enfermedad autoinmune de la piel que también puede afectar a los gatos. Los signos de esta patología suelen ser pústulas en la dermis, debido precisamente al desprendimiento de queratinocitos epidérmicos.

De hecho, el pénfigo genera evidentes pústulas, ampollas, úlceras y costras, claramente visibles no solo en el hocico del felino sino también en zonas delicadas como las almohadillas de las patas y la ingle.

L’IMHA

Es un disordine del sistema inmunitarioo, que genera autoanticuerpos que actúan contra los glóbulos rojos y también en la médula ósea. Puede ser de dos tipos: primario (idiopático) y secundario.

Puede ser el efecto resultante de: enfermedades infecciosas en gatos, neoplasias, inflamaciones (como pancreatitis, cistitis, etc.). A diferencia del perro, en el gato no parece haber condiciones que predispongan a IMHA ni a nivel de raza ni a nivel de sexo pero es recomendable profundizar en la investigación cuando el gato alcanza la edad de dos hasta unos 6 años.

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Enfermedades autoinmunes en gatos: causas y tratamientos

Desafortunadamente, al igual que en los humanos, las enfermedades autoinmunes en el felino no tienen una causa desencadenante segura: estas son razones aún poco conocidas y, por lo tanto, poco «predecibles».

Enfermedades autoinmunes de los gatos: remedios
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Algunos estudios parecen demostrar que existe una relación entre la enfermedad autoinmune y el estilo de vida: por este motivo muchos expertos también recomiendan una dieta equilibrada y adecuada para la terapia que el médico recomendará. En ocasiones también se contabilizan otras posibles causas (aunque existen muchas dudas al respecto): vacunas, insecticidas y estrés.

La cura más elegida suele consistir en esteroides, cuya acción es debilitar la acción del sistema inmunológico frente a los tejidos sanos y por tanto también medicamentos con cortisona y productos inmunosupresores (que debe ser estrictamente recetado por su veterinario de confianza). De esta forma no será posible recuperarse de la enfermedad pero al menos sus síntomas serán más ‘leves’ y soportables por el gato.

Dado que el uso de esteroides puede crear fenómenos como la pancreatitis, siempre se recomienda una dieta baja en grasas. control constante del peso corporal y actividad física controlada.

Finalmente, para el diagnóstico de enfermedades autoinmunes en gatos se suele proceder con una biopsia con respecto a las pústulas y ampollas de la piel, mientras que para las demás, cuyos síntomas no son claramente visibles, con análisis de orina y análisis de sangre.

Francesca Ciardiello