Enfermedad de Cushing en gatos: síntomas, causas y remedios

¿Qué es la enfermedad de Cushing en gatos y qué síntomas presenta? Así es como se puede desencadenar esta enfermedad y cómo tratarla de manera efectiva.

Enfermedad de Cushing en gatos
Enfermedad de Cushing en gatos: síntomas y diagnóstico (Adobe Stock Photo)

¿Nuestro gatito parece extraño en los últimos días? Antes de pensar que ha sufrido alguna patología mortal, evaluemos todas las señales que nos puede enviar nuestro gato. La de Cushing es una enfermedad que afecta tanto a perros como a gatos: en este, como en muchos otros casos, la sincronización es fundamental. Por eso es importante que un maestro siempre tenga cuidado de interpretar los síntomas y cambios de su amigo de cuatro patas. Aunque se dice que los gatos gozan de excelente salud, en realidad también pueden enfermarse. Echemos un vistazo más de cerca a qué es esta patología y cómo el gato demuestra haberla contraído, cuáles son las causas y cuáles son los tratamientos más efectivos para combatir la enfermedad de Cushing.

Enfermedad de Cushing en gatos: que enfermedad es

Gato
Gato acostado (Foto Pixabay)

Es inútil ocultarlo: es una patología bastante grave, también llamada hiperadenocorticismo felino (HAF). Afortunadamente, no es tan común y al manifestarse hay un exceso de hormona cortisol en la sangre. Esta sobreproducción de la hormona, a su vez, es causada por un tumor de las glándulas suprarrenales o la glándula pituitaria. Dependiendo del tipo de tumor, se llama Cushing suprarrenal o Cushing pituitario.

Otra mala noticia es que aún no se ha descubierto una cura definitiva para esta enfermedad, pero el lado positivo es que es bastante rara a diferencia de la enfermedad de Cushing en los perros. Suele ocurrir en gatos que son tratados con corticosteroides o en diabetes mellitus. Las características de los gatos más afectados son casi siempre las mismas: hembras, mestizos y adultos o ancianos.

Los síntomas de la enfermedad.

Gato en las piernas
Gato en las piernas (Adobe Stock Photo)

Por supuesto, cada gato es una historia en sí mismo: los síntomas no son siempre los mismos y no ocurren todos juntos. Pueden variar según el ejemplar, por este motivo el diagnóstico a veces puede ser tardío y no tan obvio. Estos son los signos para identificar y sobre todo informar a nuestro veterinario de confianza, para explicar cómo luce nuestro gato:

  • aumento de la sed (polidipsia) y el hambre (polifagia),
  • necesidad constante de orinar (poliuria),
  • cansancio y letargo,
  • hinchazón de la zona abdominal,
  • dificultades respiratorias,
  • piel más sensible y delicada,
  • manchas de hematomas,
  • caída del cabello (Lea aquí: El gato está perdiendo cabello: consejo de un experto).

El síntoma al que hay que prestar especial atención se refiere a la piel del felino: la piel puede adelgazar hasta el punto de parecer casi un velo. Se puede sentir al tacto y sobre todo al notar su sensibilidad al trauma y al impacto. Además, cuando el gato tiene diabetes, podemos sospechar si notamos alguna dificultad en la regulación de la insulina.

También en la piel podemos ver, además de la sutileza y posibles hematomas, también puntos negros, llamados comedones, zonas calvas en tronco y abdomen, escasez de pelo, abscesos e hiperpigmentación.

Diagnóstico de la enfermedad de Cushing en gatos

Por supuesto, la tarea del propietario es simplemente informar al veterinario de los síntomas que hemos notado en el gato en los últimos días. Este no es un diagnóstico fácil de hacer, también porque el procedimiento es bastante largo. Por lo general, el experto opta por continuar análisis de sangre y orina, comprobar el historial médico completo del felino y su historial clinico; finalmente puedes optar por continuar más pruebas como radiografías, radiografías, resonancias magnéticas y algunas pruebas específicas.

¿Cómo se trata la enfermedad de Cushing?

Enfermedad de Cushing en gatos
Enfermedad de Cushing en gatos: ¿existe cura? (Foto Pixabay)

Aunque no existe una cura definitiva, en algunos casos la extirpación del tumor suprarrenal o pituitario es la solución más arriesgada pero también la más eficaz. Si realmente no desea optar por la cirugía, puede probar la administración de algunos medicamentos específicos, como metirapona. Si se utilizan corticosteroides, se deben observar los períodos de abstinencia para evitar que el felino se vuelva adicto a esa sustancia. En algunos casos, el propietario solicita el consejo de un veterinario naturópata sobre métodos homeopáticos. Lamentablemente, en ninguno de estos casos se garantiza la recuperación completa del gato, pero al menos un alivio de los síntomas.

Usted también podría estar interesado en:

FC