El Volpino Italiano: un perro para amar

Los orígenes, muy antiguos, son los mismos que los del Spitz alemán. Durante siglos, el Volpino ha estado muy extendido en Italia, especialmente en la Toscana (donde se llamaba Volpino di Firenze), tanto entre las familias patricias como entre las más humildes. Últimamente los Spitz alemanes han «usurpado» su lugar, tanto que la raza corrió el riesgo de perderse y solo se recuperó gracias a la pasión de unos pocos criadores. Hoy el Volpino italiano ya no corre el riesgo de extinción, pero está lejos de tener la difusión que se merece.

CARACTERISTICAS MORFOLOGICAS: Es un perro pequeño mesomórfico, cuyo tronco encaja en el cuadrado. El cráneo tiene forma ovoide, el stop es bastante acentuado, el puente nasal recto. Los ojos son de tamaño normal, redondos, de color ocre profundo. Las orejas tienen forma triangular: son bastante cortas, se llevan erguidas, de implantación muy alta y muy juntas. El tronco es tan largo como la altura a la cruz. Las extremidades están bien erguidas, con huesos pequeños. La cola se coloca en la línea de la rabadilla, llevada constantemente enroscada sobre la espalda. Cabello: grueso, muy largo, liso, envuelve tanto el cuello como todo el tronco, dando la impresión de un «manguito» peludo; es más corto en el antebrazo y los pies. Color: blanco sólido o rojo sólido. Se permite el color champán, pero no se desea. Tamaño: machos 27-30 cm; hembras 25-28 cm.

CARÁCTER Y ACTITUDES: Es muy alegre y muy animado, siempre alerta. Muy cariñoso con los familiares y los niños, es un perro de compañía pero también un excelente guardián «alerta»: muy alerta, ladra furiosamente al menor ruido sospechoso. Precisamente esta característica ha limitado su propagación, pues sus ladridos casi continuos resultan bastante irritantes y ciertamente no lo convierten en un perro apto para los amantes de la tranquilidad. Por otro lado, es muy simpático y tiene un sentido del humor notable: le gusta jugar y «bromear».

SALUD Y ASESORAMIENTO: Es un perrito robusto, a menudo muy longevo. Tanto en casa como en el jardín, porque tampoco le teme al mal tiempo. Es una raza italiana que merece una mayor difusión en nuestro país. El hecho de que ladres mucho puede molestar a algunos, pero puede ser una gran ventaja, por ejemplo, para alguien que vive aislado y necesita saber quién se acerca a su casa. El Volpino también puede ser un compañero ideal para los niños (con los que juega sin cansarse nunca) y para los ancianos, porque su vitalidad es un excelente «antidepresivo» natural.