El triste destino de los delfines cazados en Taiji: los ejemplares vendidos a un parque acuático en China

Una serie de imágenes compartidas por la organización de conservación marina Ceta Base muestra el triste destino de los delfines cazados en la bahía de Tiaji. Hay diez ejemplares, incluidos dos machos y 8 hembras entre 2 y 4 años, que luego de su captura, fueron seleccionados para ser vendidos a delfinarios y parques de diversiones.

Después de someterse a trauma de la caza en la conocida bahía japonesa, los delfines han sido enviados a China donde serán utilizados como una forma de entretenimiento al Penglai Ocean Polar World, un parque acuático popular en la provincia de Shandong.

Los cetáceos volaron y una vez que aterrizaron en China fueron llevados al centro, seguidos por uno de los miembros del personal. En la serie de imágenes se puede ver el estado de los delfines, evidentemente agotados y tristes. Según informes de las organizaciones, se necesitarán al menos tres meses para su adaptación. Luego, serán introducidos en un programa de entretenimiento para el público.

Cada año, miles de delfines son capturados en la bahía de Tiaji, muchos de ellos están destinados a la cadena alimentaria, otros, los más jóvenes, al entretenimiento. Un delfín puede costar hasta $ 100,000 si está entrenado.

El Penglai Ocean Polar World parece ser uno de los principales clientes de la caza en Tiaji: según denuncian las organizaciones, en 2006 compró seis delfines, tres en 2008 y diez delfines en 2013.

Obviamente, subrayan los activistas, no se conoce el trauma que han sufrido los delfines, pero ciertamente es una violencia: «Nacieron nadando libremente en el mar para luego ser capturados, empacados y embarcados como mercadería», recordó Ric O ‘Barry, fundador del Proyecto Dolphin, explica que «para estos ejemplares salvajes, la captura, el arnés y los ruidos del avión les ocasionarán serias dificultades».

Lo que temen los activistas es que esos ejemplares no logren superar la fase de adaptación tras el trauma, además parece que muchos ejemplares resultan heridos y quizás no pudieron aceptar el cautiverio, dejándose morir.