El perro no juega: causas y consejos útiles

¿Tu perro no está jugando? ¿Sucede que tu perro de repente ya no es juguetón como de costumbre? Te ayudamos a entender por qué, con algunos consejos útiles.

perro no juega pastor alemán
Un pastor alemán (Hans Kemperman – Pixabay)

UN perro que no juega ciertamente representa una anomalía a tener en cuenta. Desde cachorro, el perro aprende a jugar con su madre y otros cachorros para interactuar con sus semejantes, y en la edad adulta, con los humanos. En efecto el juego puede ser de gran ayuda en el entrenamiento de nuestra confianza.

Pero sucede que de repente nuestro amigo de cuatro patas ya no quiere jugar. El primer pensamiento que tendrá todo dueño será que el perro no se encuentra bien. Pero no siempre es así ‘. Te contamos a continuación las diversas causas por las que nuestro crédito pierde el deseo de hacer negocios.

Como ya hemos dicho anteriormente, el primer pensamiento que me viene a la mente es que nuestro amigo de cuatro patas no jugar porque no esta bien. Esta hipótesis podría ser cierta si esta actitud va acompañada de otros síntomas por ejemplo, el perro no tiene hambre, está estreñido, etc … En este caso lo mejor es llevar confiado al veterinario.

Por qué mi perro ya no juega: posibles razones

perro sentado enseñar
Perro sentado (fuente de la foto Pixabay)

Dejando de lado la hipótesis de que nuestro perro no se encuentra bien, ¿qué otras razones podría haber por qué? nuestra confianza no tiene ganas de jugar? A continuación, se muestra una lista de las diversas razones:

  • Perro adoptado: si nuestro amigo de cuatro patas fue adoptado temprano, podría ser una de las muchas causas por las que el perro no juegues, ya que está alejado de su madre incluso antes de que ella pueda enseñarle a tocar.
  • Castigos excesivos: a menudo sucede que nuestro perro tiene quiero jugar «Mordisqueando» nuestras manos y le gritamos para que se detenga y, a veces, incluso le damos unas palmaditas en el trasero. Este gesto conduciría fielmente a encerrarse en sí mismo y a negarse a jugar. La forma más efectiva de evitar esto sería reemplazar nuestra mano (cuando la confianza intenta morderla) con una juguete hecho a propósito para ser mordido, en este caso nuestro amigo de cuatro patas entenderá que el juego morder será el objeto que le diste.
  • Accidentes involuntarios: uno de los juegos muy querido por el perro es el «empujar y tirar» (toma un trapo, un trapo o un juguete y lo jala con los dientes mientras el dueño tira del otro lado), hecho de manera incorrecta podría ser una de las razones por las que el el perro no juega. De hecho, nuestro amigo de cuatro patas al tirar podría hacer un mal movimiento con el cuello y lastimarse, o lastimarse la boca si todavía tiene dientes de leche y tira con fuerza. Cuando el perro se lastima, se niega a jugar porque tiene miedo.

Otras razones por las que el perro no quiere jugar Soy:

  • Ansiedad
  • Estrés
  • Depresión
  • Entorno inadecuado
  • No entiende el juego

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Perro que no quiere jugar: cómo estimularlo

perro sin vida
(foto Getty Images)

Para nuestro amigo de cuatro patas, el juego es muy importante para crecer ya que con él puede relacionarse con seres como él y con las personas. Pero si ya no quiere jugar, ¿cómo podemos estimularlo? Enumeraremos un par de puntos que te ayudarán estimular fido:

  • Entender lo que estimula al perro: antes que nada debemos entender qué es lo que más le interesa a nuestro amigo de cuatro patas. Hay perros que tienen un interés particular en la comida, en este caso podríamos tentar a fido jugando juegos de premios (juegos que tienen golosinas en su interior como recompensa) para que nuestro perro se estimule a buscar lo que más desea, la comida. En cambio, hay perros que aman ser mimado y gratificado, en este caso cada vez que nuestro amigo de cuatro patas hace algo bien, incluso traer una simple pelota, vamos a gratificarlo y vamos a consentirlo para que la confianza quiera volver a hacerlo.
  • Lugar donde juega: también el lugar donde el perro juega debe ser adecuada, ya que la confianza debe sentirse segura para estar libre de que te diviertas.
  • Momento justo: parece extraño pero también hay un momento propicio en el que nuestro amigo de cuatro patas puede tener quiero jugar, muchas veces es la misma confianza que acercarse con un juego nos invita a jugar con él (para el perro, el juego es una actividad seria reservada a unas pocas personas).
  • Mantenga los juegos ocultos: manteniendo los juegos ocultos, nuestro amigo de cuatro patas tendrá más interés cuando pueda encontrarlos.
  • Juegos alternativos: Cambiar de juego puede resultar muy estimulante para los fiables, ya que se dan cuenta de la novedad y no se aburren.
  • No solo juguetes: es obvio que para tocar Necesitamos el juguetes, pero nuestro amigo de cuatro patas puede querer jugar diferente. Por ejemplo, a muchos perros les encanta correr, a otros perseguirlos o ser perseguidos, a otros todavía les encanta revolcarse en el barro. Así que a veces nos dejamos guiar en actividades que pueden hacer feliz y serena la confianza.

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