El perro entierra cosas: por qué lo hace, si debe preocuparse y qué hacer
¿Cuántas veces hemos visto al perro cavar un hoyo y enterrar en él sus cosas favoritas? He aquí por qué y qué hacer.
A todos los perros, o casi a todos, les encanta cavar hoyos: en el jardín o en un macizo de flores en la calle, no hay diferencia. Pero no se detienen ahí. Su objetivo no es ver lo que hay debajo de la tierra sino esconder todo dentro del agujero.
Un objeto, un juego favorito, incluso comida. Les encanta enterrar todo. Esta locura extraña tiene un por qué específico. El perro entierra sus cosas más queridas por proteggerle.
Instinto depredador, tanto con la comida como con los juegos
Cuando nuestro perro cava hoyos para esconder cosas, debemos tener en cuenta que lo hace por instinto de supervivencia, que es innato en él.
Todos sabemos que en el pasado el perro era un ‘depredador’ (no por casualidad proviene de los lobos) y una de sus costumbres consistía en enterrar a la presa recién cazada para comérsela en el futuro, con el fin de superar períodos de ‘flacidez’.
Gracias a este expediente, no solo enterrar el alimento preservó su conservación, sino que también lo protegió de las bocas hambrientas de otros depredadores. De hecho, solo él gracias a su olfato y su memoria pudo encontrarlo después de un tiempo.
Por supuesto, hoy no podemos comparar a nuestro perro con los ‘perros depredadores del pasado’, pero seguramente dados sus orígenes podemos comparar sus instintos.
Cuando, por ejemplo, Fido entierra comida (pensando que es demasiado para él en ese momento y que no debe desperdiciarse) lo hace porque en su naturaleza no puede establecer si y cuándo le daremos más, y aquí entierralo, comerlo en el futuro se convierte para él en un gesto incontrolable.
Este impulso de enterrar no se detiene solo con la comida, sino también con Qué es esto: desde sus juegos favoritos hasta un calcetín, desde el mando a distancia del televisor hasta un zapato, todos los objetos que él considera importantes.
Los entierra, ocultándolos, por dos razones:
- para privar a los miembros de su familia de usarlo, como celoso (ese juego en particular, por ejemplo, es suyo y no puede ser usado por otros);
- y también porque una vez lejos de su vista, se sentirá estimulado a buscar nuevos objetos en la casa con los que jugar, y luego guardar celosamente ‘bajo tierra’, es obvio.
¿Cómo se comporta el perro cuando no tiene tierra para cavar?
Sin embargo, cuando nuestro perro se ve obligado a entrar a la casa y no tiene tierra para cavar, suele hacer algo muy bonito (al menos para nosotros): empuja cosas con el hocico hacia destinos desconocidos.
Sin embargo, esta acción responde a tu necesidad en este momento. ‘enterrar’. Si tomamos el plato de comida como ejemplo, notaremos algún comportamiento extraño en él.
Nuestro perro, considerando la comida ‘demasiado’ en ese momento quiere enterrar a toda costa la porción que no ha comido.
Y aquí está nuestro amigo de cuatro patas decidido a para empujar con las patas o el hocico el cuenco en un rincón con la esperanza de encontrar un agujero. Pero lamentablemente para él la renuncia es inevitable (¡¿no tenemos huecos en la casa?!).
Este ritual también lo hace con los objetos, con sus juegos. Pero a diferencia de la comida, para ellos una gran alternativa está a su alcance, tenga la seguridad. Nuestro perro cariñoso, al no poder enterrarlos, los esconderá por todas partes.
Usted también podría estar interesado en: El perro esconde la comida
Cómo comportarse cuando el perro entierra cosas
Cuando notamos que Fido comienza a moverse discretamente hacia el jardín, por ejemplo, nos puede asaltar la sospecha de que está a punto de enterrar algo.
Las soluciones importantes a adoptar son simples y muy claras:
- no lo regañes, pero para encontrar soluciones capaces de reducir este hábito suyo;
Usted también podría estar interesado en: Regañar al perro: ¿un movimiento en falso o útil para su educación?
- no arranque violentamente el objeto de su boca. Si lo hiciéramos, nuestro perro nos verá como ‘rivales’, peor aún como ‘ladrones’, y la competencia se encenderá inevitablemente. Lo que tenemos que hacer con mucha paciencia es enseñarle varios comandos, entre ellos ‘dejar’, ‘no’ .. solo así solucionaremos este problema.
Es el instinto del perro enterrar cosas. Seamos realistas, es mejor.
Rossana Buccella