El perro de montaña de Flandes
El perro de montaña de Flandes es una raza canino de origen belga y francés reconocido por FCI grupo 1, sección 2 (perro de montaña, excepto perro de montaña suizo). La raza ha estado presente durante muchos siglos en las colinas flamencas, pero la historia del Flanders Mountain Dog comienza oficialmente precisamente en 1937. Sus orígenes son inciertos: según los franceses deriva del cruce entre un Griffone y el antiguo Pastore Beauce; según los belgas, en cambio, desciende de Bovaro del Roules, ahora extinto.
CARACTERISTICAS MORFOLOGICAS: Es un simpático perro barbudo con bigote y pelo rizado, de un tamaño superior a la media, pero sin ningún atisbo de pesadez. La cabeza tiene un aspecto macizo, subrayado por la barba y los bigotes que adornan los bigotes que adornan el hocico. La calavera está bien desarrollado y plano; para no muy marcada, aunque puede parecerlo por las cejas que sobresalen. Los ojos son ovalados y oscuros. Las orejas, de longitud media, suelen estar cortadas en triángulo; si están intactos, caen por las mejillas. Cola, amputado, se lleva alegremente. Piel: áspero al tacto, ondulado y ondulado, de unos 6 cm de largo. Cortarlo: machos de 62 a 68 cm y hembras de 59 a 65 cm; para un peso medio de 35 kg.
CARÁCTER Y ACTITUD: Es un perro muy dulce en la familia, donde se derrite en ternura con los niños, pero es muy reservado y desconfiado de los extraños. Esto lo convierte en un buen perro guardián y también un perro de defensa: de hecho, está muy listo para arremeter (si está entrenado en ataque y defensa) contra cualquiera que pueda dañar a su amo. Más bien independiente y de carácter muy fuerte, no es fácil de adiestrar para el profano de la raza, pero es un perro que da una gran satisfacción.
SALUDO: Es un perro rústico y robusto que no se enferma fácilmente. El pelaje, especialmente para perros de exhibición, necesita un cuidado cuidado. Tanto el tamaño como la rusticidad recomiendan mantenerlo en espacios amplios con mucho verde que le encanta, y necesita mucho movimiento para mantener viva la musculatura, de hecho el movimiento espontáneo no cumple con los criterios de musculatura previstos en la expo.