El hombre que quería enseñar inglés a los delfines. Un estudio lo demuestra

Delfines ingleses

¿Alguna vez te has preguntado cómo sería enseñar un idioma extranjero a un animal, especialmente a un delfín? Esto es lo que le paso a Pedro, el delfín prodigio, que hace tiempo nos había emocionado por el pasado que tuvo con el entrenador Margaret Howe Lovatt, historia contada por la BBC en el documental La chica que hablaba con los delfines. Peter es un delfín, un delfín mular para ser exactos y SI habla inglés. Peter aprendió inglés de Margaret en la quinta semana de entrenamiento en un tanque de agua salada de 11.000 litros.

Aquí están las enseñanzas de Margaret a Peter en inglés

“Peter continúa mejorando su actitud durante las lecciones. Está más atento, escucha más de lo que esperaba y trabaja duro. Solo estoy trabajando con él en unas pocas palabras. Escucha, repite, vuelve a escuchar. Falta en el pronunciación pero mejora a diario tampoco inflexión que el cadencia. Parece hablar Inglés desde el punto de vista del sonido general incluso si en el momento lo que dice no es entendible. Podría ser el brusio Fondo para una fiesta pero tiene todos los matices. De Inglésy creo que pronto lo será. Estoy muy feliz.»

Delfín inglés

Uno de los primeros neurofisiólogos, John Cunningham Lilly, que trabajaba en el Instituto Nacional de Salud Mental explica cómo el cerebro de los delfines mulares tenía casi el mismo número de sinapsis que el de los macacos y monos. Así en el 1955 viene a Marine studios di St. Augustine en Florida con su primer estudio sobre los diálogos de cetáceos y mamíferos marinos. Lilly descubre un gran parecido con el lenguaje humano justo cuando se da cuenta de que el La velocidad de propagación del sonido en el agua es superior a cuatro Veces y media que en el aire. Al ralentizar las grabaciones de los sonidos emitidos por los delfines en la misma proporción y afinar su frecuencia, notamos cómo su habla solo se acelera.

El fundador de Darewin, Fabrice Schnoller, por ejemplo pertenece a ese grupo de investigadores que estudian la comunicación de los cetáceos iniciadores de la ecolocalización. Los sonidos sirven a los animales no solo, como ocurre con otros mamíferos, para estimar la forma y distancia de los objetos que los rodean, sino que las imágenes que produce el eco son parte fundamental de la comunicación: «Mi conjetura es que los cetáceos usan otro sistema sensorial para comunicarse, por lo que no hay forma de entenderlos usando el nuestro «, explica Schnöller.

«Estamos muy lejos de sus capacidades, es un poco como intentar ver con los oídos. Para entender cómo perciben el mundo, debemos olvidar nuestro sistema sensorial y tratar de asemejarnos a él «. Y tal vez eso era exactamente lo que Lilly estaba tratando de hacer, a su manera.

BM