El gato siamés: un felino exigente

ORIGEN: El siamés es un gato muy exigente, atrevido y bastante arrogante. Los siameses también pueden ser muy astutos e intrigantes. Con la complexión delgada y de aspecto exótico, el hermoso abrigo con puntas de diferentes colores y ojos azul zafiro, el siamés siempre llamará la atención sobre sí mismo.

Gracias al descubrimiento de un manuscrito conservado en la Biblioteca Nacional de Bangkok, los Cat Book Poems del siglo XIV, se han narrado desde hace algún tiempo las primeras apariciones de los siameses en tierra tailandesa. En 1880 se introdujeron en Gran Bretaña y Estados Unidos.

Gatito siamés, 7 meses de edad, delante de un fondo blanco

TEMPERAMENTO: De todos los gatos domésticos, el siamés es el más extrovertido, con una voz tan fuerte que es imposible ignorarlo. Es un animal muy inteligente y suele apegarse a su dueño hasta el punto de no tolerar a los «rivales». Las cuatro variedades principales son: Punta Blu, Punta Chocolate, Punta Lilla, Punta Seal. Los recientes apareamientos con otras razas han dado como resultado nuevas variedades conocidas como Colourpoint de pelo corto.

CARACTERISTICAS MORFOLOGICAS: Cabeza: Cuneiforme, larga y estrecha, con nariz larga. Piel de nariz color lavanda. Ojos: De tamaño mediano, almendrados, oblicuos, color azul zafiro. El estrabismo, que alguna vez fue muy común en los siameses, ahora se considera un defecto. Orejas: anchas y puntiagudas. Cuerpo: De tamaño mediano, largo, esbelto, de apariencia ágil y atlética. Pelaje: Debe ser corto, fino y brillante. El color debe ser magnolia con las extremidades, es decir, la máscara, orejas, patas y cola, gris hielo. El abrigo debe estar pegado al cuerpo. Cola: Larga, delgada y afilada. La cola no debe tener nudos óseos. Pies: Pequeños, delicados y ovalados, con almohadillas de color rosa lavanda. Patas: Largas y delgadas, en proporción al cuerpo. Las patas traseras son un poco más largas que las delanteras.