¿El gato salta por todas partes? Estos son los consejos para aprender a gestionarlo
Vivir con un gato es fascinante. Pero si nos damos cuenta de que está saltando por todos lados, ¿cómo podemos gestionarlo? Estos son los consejos para una convivencia pacífica.
Sobre todo si en la primera experiencia de convivencia, ver a nuestro gato saltar por todas partes genera preocupación. De hecho, solo con el tiempo, aprendiendo a descifrar el lenguaje de su cuerpo, podremos entender que en su actitud ‘hiperactivo’ no hay nada extraño.
Ya sea en la estufa, en los muebles, en nosotros … cuando nuestro gato de repente comienza a saltar como un resorte, nosotros somos los que nos emocionamos. Pero tenga la seguridad. Aparte de algunas circunstancias, esta actitud satisface el instinto natural de nuestros amigos felinos.
Todo es cuestión de instinto natural
Aunque aparentemente extraño, un gato que salta por todas partes libera su naturaleza, preservando su bienestar psicofísico.
Los científicos han llamado a esta actitud frenética pero natural Frap (Períodos Frenéticos de Actividad Aleatoria). En la práctica, el gato descarga el exceso de energía para lograr su equilibrio psicofísico.
Todos sabemos que en la naturaleza cualquier gato es libre de hacer lo que le plazca. Sube y baja de los árboles, duerme en las ramas más altas, esta exploración continua de todo lo que está arriba ayuda al felino a mantenerse activo y, en consecuencia, a sentirse más relajado y feliz.
Por eso, incluso para el felino que vive en un apartamento, saltar por todas partes, especialmente en los muebles más altos, no es más que usar su destreza física, y por qué no revisar también toda la zona.
Nos es imposible evitar esta frenética actividad. Lo que podemos hacer es aprende a manejarlo. ¿Como? Adaptando nuestro hogar a sus necesidades: sin objetos preciosos a la vista, la parte superior del mueble siempre libre y algo de agarre en las paredes para hacer segura la ‘trepa’ de nuestro gato.
¿Y si se sube a la encimera? Siendo muy curioso quiere observar todos nuestros movimientos. Lo que te aconsejamos es que coloques, por ejemplo, una balda a la altura adecuada, sobre la que pueda saltar libre y seguro, satisfaciendo su curiosidad.
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El gato salta por todas partes: no lo regañes
Como es un ‘necesidad natural, cuando notamos que nuestro gato está saltando por todas partes no debemos regañarlo ni castigarlo.
Lo que tenemos que hacer cuando notamos este frenesí suyo es complacerlo y dejarlo liberar este momento de hiperactividad con seguridad.
Ya hemos hablado en el pasado sobre qué hacer si el gato salta sobre los muebles.
Sobre todo si se trata de un cachorro, sería apropiado que esta necesidad de liberación se produzca en lugares no peligrosos, seguros para él. Un área al aire libre sería ideal.
Además de asegurar los espacios y no reprocharle, genial para ayudar a nuestro gatito ‘brincando’ es compartir con él un momento de juego. Por ejemplo, si salta sobre nosotros está reproduciendo lo que haría en la naturaleza con otro gato, así que diviértete con él.
Esto no solo mejorará nuestra relación con él sino que nos ayudará a controlar estos momentos de su frenesí, compartiendo su importancia.
Sin embargo, si observamos que en estos sesiones de juego el gato es agresivo y nos duele (mordiendo o rascando), dejamos de jugar con él inmediatamente, sin regañarlo ni castigarlo. Con el tiempo aprenderá a asociar su agresión con el final del juego y ya no nos hará daño.
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Entender cuando esta necesidad natural es indispensable
Entiende cuando esto necesidad natural se está volviendo indispensable es importante. Para hacer esto, debe aprender a reconocer signos claros.
Por ejemplo, algunas razas de gatos comienzan a inquietarse, mientras que otras se quedan atrapadas en sus patas traseras. Lo que podemos hacer es crear un espacio que le permita ventilar, por ejemplo, un área propia en una habitación. O mejor aún, déjalo salir en el jardín.
Pero cuando este deseo se produce en momentos inoportunos, podemos calmar a nuestro gato interviniendo rápidamente con un poco de presión sobre sus hombros o dándole un masaje bajo el cuello o detrás de las orejas.
Ten mucha paciencia y buena convivencia.
Rossana Buccella