El gato no sabe si entrar o salir: relación entre gato y puertas cerradas
¿Parece que el gato nunca decide si entrar o salir por una puerta? Este es un comportamiento común, pero ¿cuál es la relación entre un gato y puertas cerradas?
Un gato y una puerta cerrada: ya sabes dónde terminará. Un maullido continuo para conseguir que la abramos, y cuando lo hacemos, el gato se dirige al otro lado de la puerta. Solo para volver a maullar, después de muy poco tiempo, para querer volver al otro lado de la puerta. Pero, ¿por qué lo hace? Este comportamiento se basa en la relación entre gato y puertas cerradas: una relación que ahora se ha convertido casi en un icono de la vida de los humanos con los gatos. Entonces, intentemos entender qué hay detrás, cuáles son las causas que llevan a nuestro gato a comportarse así y cómo intervenir para reducir el problema.
Relación entre gato y puertas cerradas: los orígenes
Cuando se trata de gatos, ¿cuál es la primera imagen que me viene a la mente? Tal vez, gatos tumbados al sol, en los techos de edificios altos o fuera de un balcón, o hermosos gatos lamiéndose perezosamente lavándose, o finalmente gatos a los que les encanta brindar amor a sus dueños. O mejor: un gato que nunca parece cansarse de quejarse frente a una puerta cerrada, para ir al otro lado y hacer lo mismo allí también.
No es posible que no les haya pasado a todas las personas que han tenido un gato (o han tenido que lidiar con uno de estos peludos). El gato sigue yendo y viniendo, y sale por la puerta y vuelve a entrar, como si no tuviera un destino definido. Y si aún no nos hemos dado cuenta, debemos tener mucho cuidado para comprender la psicología de nuestro gato.
¿Los gatos no recuerdan si entrar o salir?
Las razones por las que tenemos este comportamiento entre gato y puertas cerradas pueden ser varias. Según el personaje, la historia y nuestra relación con el gato, podemos intentar identificar los desencadenantes del maullido continuo de nuestro amigo de cuatro patas frente a una puerta cerrada.
Ante todo, este fenómeno podría estar relacionado con la memoria del gato. Pensemos en nuestra memoria: los seres humanos son las criaturas más evolucionadas y también podemos recordar hechos que se remontan a muchos años antes. Los perros, por ejemplo, tienen una memoria a mucho más corto plazo: Fido puede recordar dónde estaba hace un minuto. No mucho, ¿verdad?
Los gatos, en cambio, en esta especie de lista de olvidadizos, están en los lugares más altos: un gato puede olvidar a dónde ha decidido ir en solo 30 segundos. Y con eso en mente, imaginemos una situación en la que nuestro gato va a hacer lo suyo, pero nota que algo lo distrae durante al menos 30 segundos. Poco después, habrá olvidado su destino y ya no sabrá si entrar o salir. Ésta es la razón de su aparente confusión.
Otras causas: el sentido de propiedad, control, compañerismo
Además de las razones relacionadas con la memoria del gato, puede haber posibles problemas relacionados con la propiedad. A veces sucede que el gato, en muy poco tiempo, entra y sale de repente, y una y otra vez. Todavía puede parecer relacionado con que ella no pueda tomar una decisión clara, pero en realidad puede que no sea exactamente el caso.
Una razón es que no quiere que su amo cierre esa puerta. Para un gato, de hecho, el área detrás de esa puerta puede ser su territorio, y quiere que se abra para poder patrullar, monitorear, cazar en cualquier momento en su propio territorio.
El gato es un depredador, un cazador, por lo que dónde cazar es fundamental para su instinto. Y obviamente, cerrar una puerta significa bloquear el acceso a una parte de ese territorio. El gato hará todo lo posible para defender su territorio y demostrar que es de su propiedad.
Sin embargo, existen otras posibles razones. Por ejemplo, compruebe nuestro valor como parte de su familia. Si el gato nos pide insistentemente que le abramos una puerta, y una vez que lo hacemos no sale o sale unos minutos y vuelve a entrar, no necesariamente está eligiendo entrar o salir sin poder tomar una decisión clara. Solo quiere controlarnos: sabe verificando si cuando nos pide que hagamos algo, lo hacemos.
Una posible razón final puede ser que exista una razón relacionada con la empresa. El gato sale y luego vuelve a entrar, maúlla en la puerta o continúa entrando y saliendo por la puerta rápidamente. Esto se debe a que busca un amigo, un compañero con quien pasar tiempo.: nosotros los humanos, o tal vez el perro, ¡o incluso ambos!
Algunos dueños de gatos incluso afirman que la razón por la que un gato quiere volver a la casa inmediatamente después de salir (y viceversa) es porque no le gusta el aire. Está en un ambiente, pasa a otro y algo en el aire no lo convence: un olor, la temperatura, el viento. En ese punto, será mejor que regresemos a donde estábamos antes, ¿verdad?
Soluciones prácticas
Una de las formas de reducir el estrés que siente un gato frente a una puerta cerrada, y de mantenerlo tranquilo cuando cerramos una puerta, está haciendo que este «abrir y cerrar» sea parte de su rutina, en lugar de hacerlo cuando se lo pide. Esto dejará en claro que no hay necesidad de preocuparse cuando vea una puerta cerrada: cuando tenga que abrirse, su amo lo hará.
Por ejemplo, antes de las comidas por la mañana y por la noche, le abrimos la puerta para que pueda jugar a cazar (sus instintos cobrarán vida de inmediato), y se sentirá satisfecho, volviendo a comer, lavarse y dormir. También podemos distraerlo cuando no queremos que salga, jugando con él / ella.. Como siempre, es hora de comer, lavarse y dormir después.
De estas breves explicaciones se puede entender que la relación entre gato y puertas abiertas es muy confusa. Nuestro gato en su mayoría parece tener ideas poco claras, pero no debemos ignorarlo. Intentemos entender lo que quiere comunicarnos, y interesarnos por él (haciéndole notar que nos importa) para que aprecie nuestra compañía y se sienta amado.
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