El gato no come y no bebe: cuando preocuparse y que hacer-VIDEO
El gato debe comer para crecer sano y salvo: cuando el gato no come ni bebe, algo anda mal. Cómo entender por qué se niega a hacerlo.
El gato siempre es muy ‘quisquilloso’ a la hora de comer, y difícilmente seremos capaces de convencerle de que coma lo que no quiere y cuando no quiere. Pero si un gato no come ni bebe y la cosa continúa por mucho tiempo y hay que correr a cubrirse, porque sin una nutrición adecuada el felino corre el riesgo de debilitarse y contraer enfermedades, siempre que no haya alguna latente. Entonces veamos cuáles son las causas que llevan a un gato a negarse a alimentarse e hidratarse.
Cómo saber si tu gato no se está alimentando (e hidratando) correctamente
Por supuesto, puede ser útil ver si quedan restos de comida en su plato y comprobar cuándo el gato consume su ración, pero esta no es la única pista a tener en cuenta.
Cuando no está comiendo, el gato parece desnutrido, cansado y sin fuerzas, pero la deshidratación también lleva algunas señales importantes, como:
- ojos rodeados de oscuridad,
- deseo constante de dormir,
- rastros de sangre en las heces y la orina,
- episodios de vómitos y diarrea,
- pérdida de peso excesiva,
- secreción de la nariz y los ojos,
- encías más secas,
- dificultad para orinar
- cansancio y agotamiento.
La piel del gato también puede ser una señal importante. Sometámoslo a una pequeña prueba: si levantamos la nuca y notamos que la piel tarda en ‘volver a su sitio’. Otra señal es si simplemente no puedes agarrarlo porque es demasiado difícil.
El gato no come ni bebe: posibles causas
Desafortunadamente, el hecho de que el gato no coma ni beba no es un buen augurio. Tan pronto como notemos uno de los síntomas enumerados anteriormente, es recomendable contactar a un veterinario de confianza y concertar una visita. Mientras tanto, sin embargo, podemos intentar formular hipótesis sobre la razón de este desperdicio felino.
Las razones pueden ser muchas y diferentes, relacionadas con la edad pero también con patologías físicas y psicológicas actuales: estos son siempre animales muy sensibles, que también pueden reaccionar a situaciones de esta manera.
La comida: si no le gusta lo que le ofrecemos, estamos seguros de que lo dejará ahí. Incluso cuando decidamos cambiar la dieta del gato debemos tener cuidado para que la transición de un alimento a otro o de un tipo de pienso a otro sea gradual y progresiva. De hecho, los gatos suelen tener rabietas para comer.
Temporada: puede ser que en algunas épocas del año, como las estaciones más cálidas, puedan ‘matar’ al gato y sentirse tan exhausto que no quieran hacer nada, ¡ni siquiera beber o comer!
El lugar de los tazonesSi los hemos colocado en ambientes malolientes o quizás junto a su caja de arena, podemos estar seguros de que no comerán. Esto se debe a que los felinos son muy cuidadosos con su higiene y nunca comerían alimentos en el mismo lugar donde dejan sus necesidades.
Demasiada comida: ¿estamos seguros de que no hemos puesto demasiada comida en su plato y el gato simplemente se siente lleno para terminárselo todo? Es mejor no excederse en las dosis, especialmente por el alto riesgo de desarrollar obesidad en los gatos.
AñosLas necesidades físicas cambian con los años y lo mismo ocurre con nuestras mascotas. En cambio, un gato anciano que ya no tiene mucha energía para correr y realizar actividad física, no tendrá las mismas ganas de repostar para recargar fuerzas.
Obstrucciones: ¿Conocemos todos las bolas de pelo que se acumulan en el estómago de un gato cada vez que lame su abrigo para sus rituales de higiene personal? Estas bolas forman naturalmente bloqueos que lo hacen sentir lleno y le impiden ingerir otros alimentos o agua.
Enfermedades en curso: lo primero que me viene a la mente es la insuficiencia renal en los gatos. Afortunadamente, estas no siempre son razones tan graves: de hecho, también puede ser el síntoma momentáneo de una gripe trivial.
Contraindicaciones de la vacunación.: uno de los efectos secundarios del momento posterior a la vacunación del gato es la falta de apetito y la falta de ganas de beber. Este es un efecto desagradable pero totalmente momentáneo.
Depresión: Si el gato está aburrido o no puede aceptar un cambio importante en su rutina o se siente solo y descuidado, puede mostrar síntomas de un gato deprimido. Intentemos comprender las causas y, en la medida de lo posible, tratemos de ayudarlo a superarlas.
Si quieres saber cuáles son los remedios para un gato que no come ni bebe, haga clic en ‘Siguiente’