El gato muerde y se rasca sin motivo: causas y consejos
El gato muerde y rasca sin motivo, un comportamiento algo peligroso que puede hacernos preocupar y que puede asustarnos cuando queremos acercarnos a él. Veamos, juntos, cuáles son las causas de esta actitud felina y cuál es la mejor forma de intervenir.
Nuestro querido criado peludo sabe darnos muchos momentos de cariño, juego y alegría pero, por momentos, su instinto natural intenta salir por todos lados de esa nariz y esas garras que tanto nos gustan. Puede suceder, de hecho, que el gato experimente un período de agresión extraña y repentina, que puede afectar negativamente la convivencia con él. Veamos, entonces, por qué a veces el gato muerde y se rasca sin motivo y cuáles son los consejos útiles para reaccionar y solucionar este problema de comportamiento en el felino.
El felino muerde y rasca sin motivo: las causas de este extraño comportamiento
Muchas veces, nuestro felino necesita exteriorizar una incomodidad o un problema oculto que ya no es capaz de soportar. El animal es capaz de expresarse solo a través de gestos, a menudo agresivos y repentinos. Esto es lo que es importante saber sobre su comportamiento.
Este es un comportamiento inesperado en tu felino, ya que estamos acostumbrados a verlo a la defensiva en presencia de otros gatos u otros animales. Cuando el gato, sin embargo, se vuelve agresivo hacia nosotros y reacciona con mordiscos y arañazos ante un intento de acercarse, aquí debemos hacer algo para solucionar el problema pero, antes que nada, Debemos conocer las causas fundamentales de esta actitud en el animal.. Aquí están las razones por las que el peludo muerde y rasca a su amo sin razón.
Si nuestro peludo es un gatito, esta actitud agresiva es completamente normal para un gato tan pequeño. En realidad, se trata del desconocimiento de los propios límites en el animal, aún no maduro y consciente de cómo relacionarse sin herir, especialmente con su amo humano. Cuando tienes un gatito muy pequeño e inexperto en casa, es muy importante enseñarle enseguida que debe tener cuidado de no atacarnos con sus dientes y garras pequeñas. Hacer entender al gatito que no somos su presa es fundamental para evitar problemas que entorpezcan el crecimiento de la relación con él.
Un felino adulto no está excluido de este peligro. Debemos pensar que incluso el gato adulto puede pasar por una fase de agresión desmotivada y afectarle inconscientemente a su amigo humano. La correcta educación del cuerpo es decisiva para el carácter del felino y no siempre se tiene la suerte de recibirla de la mejor manera. La mayor parte del tiempo, de hecho, solo nos enfrentamos a un gato que quiere mostrarnos algo buenotratando de tocarnos y el resultado puede que no sea el que queríamos, dejándonos con un mal recuerdo de ese momento. En este caso, debes armarte de paciencia y educarlo.
Otros motivos de agresión repentina en el animal, que nunca deben subestimarse, son la ansiedad y el estrés en el gato. Todos saben eso un gato asustado y agitado tiende a atacar a otros animales e incluso a su dueño. En este caso, es muy importante averiguar el motivo de esta ansiedad interior, la razón por la que teme un peligro inminente. Incluso el gato es un animal con sensibilidad, aunque a los humanos nos parece siempre fuerte y valiente. Probablemente existen factores que han afectado negativamente su vida diaria, molestándolo, como una mudanza estresante para el gato o un largo viaje.
Incluso un gato que sufre una enfermedad o angustia psicológica puede morder y arañar sin sentido. La agresión del gato puede indicar la presencia de enfermedades psicológicas del gato o una dolencia física, por ejemplo una pérdida repentina de peso o pérdida de apetito en el felino. Cuando notamos en nuestro peludo un estado de malestar general y fases en las que manifiesta una agresión desmotivada, es necesario consultar al veterinario.
El carácter del felino es particular y, a veces, complejo. Estos casos son prueba de ello. Saber comportarse cuando el gato muerde y rasca sin motivo (para nosotros) Es importante primero conocer bien su forma de ser y su lenguaje corporal., herramienta imprescindible para la expresión de sus sentimientos y problemas cotidianos. Veamos, ahora, cómo intervenir con nuestro perro peludo cuando se comporta así, sin correr el riesgo de lastimarse y agravar la situación.
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El gato y la agresión repentina: consejos útiles
Después de considerar los diversos motivos que pueden llevar al gato a una agresión inesperada e incontrolable, debemos saber que existen métodos mediante los cuales podemos controlar la situación y calmar a nuestro amado peludo. Esto es lo que son.
Cuando se trata de un problema de comportamiento peligroso como este, tenga en cuenta que lo primero que debe hacer cuando su gato muerde y rasca sin motivo es mantener la calma. Responder a su ataque sin hacer retrocederlo y castigarlo ayuda a no agitar más al felino.. El secreto del animal agresivo es evitar premiarlo con bocadillos y golosinas y negarle, por un tiempo, mimos y atenciones. Esto logrará hacerle reflexionar sobre lo sucedido y asegurarse de que nunca vuelva a suceder.
Proporcione al gato las herramientas adecuadas para desahogarse y deshacerse de una tensión, como el tradicional poste rascador, es una buena solución. De esta forma, el perro tendrá distracciones adecuadas a su naturaleza y sabrá que hay límites a respetar, incluso en lo que respecta al contacto físico. Recuerda que el gato tiene sus momentos en los que prefiere estar solo, sobre todo si está tenso. Un consejo simple para seguir siempre es déjalo y no hagas las cosas que ponen nervioso al gato. Cuando el gato esté mejor, estará buscándonos y querrá nuestra compañía, los mimos y el cariño que se merece.
Sea cual sea la situación particular en la que el felino es demasiado agresivo y corre el riesgo de hacernos daño, Siempre es una buena idea informar a su veterinario de confianza.. Colaborar con un experto en comportamiento felino puede ayudar a resolver cualquier malestar en nuestro perro peludo lo antes posible y hacer que vuelva a la normalidad y tranquilidad. Mientras recibimos su ayuda, nosotros también aprendemos a respetar sus espacios y sus silencios. Posteriormente, el gato agradecerá a su dueño el gran entendimiento recibido.
Ilaria G