El gato juega de forma agresiva: los motivos y las diferentes soluciones
El gato juega de forma agresiva es una situación que puede ocurrir tanto en gatitos como en gatos adultos. Averigüemos cuáles son las razones y las soluciones a aplicar.
El gato, como todos sabemos, es un depredador y como tal también su juego se convierte en una auténtica caza o tal vez pelea.
Muy a menudo sucede ver al gato interactuar con otros animales o quizás con nosotros mismos, de una manera que no es precisamente amistosa.
De hecho, no es raro observar al felino tener un poco de comportamiento doméstico cuando en teoría se estaría divirtiendo o incluso el gato juega agresivamente sin siquiera darme cuenta.
Veamos cuáles son las verdaderas razones de esta actitud y cómo podemos intervenir para evitar que esto suceda.
El gato juega agresivamente: las razones
El gato para quienes conviven con él no es un misterio en absoluto pero para quienes no tienen el placer de compartir la vida con este animal resulta algo inquietante.
Este felino es asombroso en el suyo formas de actuar, mientras es allí donde se deja mimar y acariciar, es capaz de darse la vuelta de mala manera y alejarse.
Realmente es muy difícil tratar de entender lo que tiene en mente. Indescifrable con esa mirada suya que se fija con insistencia sin dejar claro si nos está mirando o al vacío.
Este es el gato que amamos independientemente de su carácter pero es el mismo animal que en algunos casos encontramos agresivo cuando juega.
Y motivos pueden ser diferentes, en primer lugar como hemos mencionado anteriormente, el tuyo instinto depredador muy a menudo también prevalece sobre el cariño que el animal siente por su dueño.
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Otras razones para el juego agresivo del gato
Además del instinto depredador, existen otras explicaciones para lo cual el gato juega agresivamente, por ejemplo:
- señales ambientales: el gato doméstico que vive en la familia, aprende buena parte de las cosas que se le enseñan o que en todo caso observa y luego las hace suyas. En este caso, las señales ambientales son conductas inapropiadas que en ocasiones también se realizan de forma inconsciente, pero que incitan al gato a comportarse mal o agresivo si lo prefiere. Por ejemplo, jugar con el gato usando manos y pies o permitir que un miembro de la familia juegue con el animal de manera agresiva;
- señales ambientales de otros animales: el gato puede aprender este comportamiento incorrecto no solo de los humanos sino también de otros animales de la casa. Este es el caso cuando en la casa conviven animales mayores y un cachorro gatito. El perro anciano muy a menudo por fatiga permite que el gatito juegue de una forma que no es precisamente tranquila, favoreciendo el desarrollo de hábitos de juego inadecuados. De esta forma el gatito crecerá y desarrollará esta forma agresiva de jugar.
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Evitar que el gato juegue de forma agresiva: soluciones
El gato a pesar de tener un carácter muy particular no nace agresivo en el juego, esta forma de hacer e interactuar aprende de su entorno.
Lo que estimula al animal a comportarse de forma agresiva durante el juego es la forma en que interactuamos con él. Un ejemplo de juego incorrecto que hace que el gato se comporte mal es el uso de las manos o los pies durante el juego.
Este tipo de comportamiento les enseña a los cachorros que jugar a «atacar» las manos y los pies no es un problema. Permitir este tipo de actitud (morderse las manos y los pies) fomenta un ejemplo de comportamiento felino incluso durante el crecimiento.
En este caso la mejor solución para evitar el contacto con las manos es usar un juguete con las que interactuar con el gato sin tener que recurrir necesariamente a partes de nuestro cuerpo.
Recordemos que muy a menudo no es solo culpa de los adultos sino que también los niños tienen una forma de jugar con los animales que no se adapta a la educación del animal.
Entonces cuando decides adoptar un gato o un perro es necesario educar a los niños a respetar de ellos como seres vivos y no como felpa.
Entonces, antes de darle la bienvenida a nuestro gatito a la casa, es bueno enseñar a los niños a jugar con el nuevo amigo de cuatro patas, tratando de hacerle entender que es importante interactuar con el animal de forma amable y respetuosa.
Además, como mencionamos antes, la otros animales en la casa pueden ser ejemplos de mal juego para el gato.
En este caso concreto, la mejor solución presupone la separación de los animales y por tanto ladistanciamiento cuando el juego se vuelve agresivo.
Separar a los animales en dos habitaciones diferentes hasta que se recupere la calma es fundamental para que el gato comprenda que lo que estaba haciendo estaba mal.
También es importante enfatizar que por inofensivo que sea el juego, puede salirse de control y terminar con arañazos y mordeduras del gato.
Raffaella Lauretta