El gato durmiendo sobre el radiador: precauciones a tomar
A los gatos les encanta el calor y muchas veces podemos pillarlos tomando el sol. De hecho, los rayos del sol son clave para la producción de vitamina D que ayuda a los huesos y previene el reumatismo. La predilección por los lugares cálidos deriva del hecho de que el gato común desciende del gato salvaje africano que puede soportar altas temperaturas. Dormir hasta 16 horas al día, el gato de invierno Tiende a refugiarse en los lugares más calientes, como cerca o incluso por encima del radiador.
Sin embargo, este hábito no es bueno para la salud del animal ya que podría repercutir en su epidermis, resecándola y al mismo tiempo, el paso entre zonas frías y calientes, puede favorecer laringitis, tos y otras enfermedades del aparato respiratorio.
Para evitar que el gato cree su propia cama en el radiador o en estufa puede crear obstáculos colocando objetos encima de los radiadores o haciendo algunos estantería donde dejar que el gato se quede cerca de la fuente de calor, por si acaso poniendo una manta polar con una cómoda cocina para invitar al gato a optar por esa opción. Evita contacto directo con la fuente de calor, así que por si acaso cubre con una manta el punto donde el gato tiende a descansar.
En cuanto a los gatos que duermen al aire libre, es preferible preparar una perrera cubierta, en un lugar resguardado del viento, levantada del suelo, para evitar la humedad y con mantas calientes en el interior. En el caso de que el gato viva en casa y tenga la oportunidad de salir a la calle, en los períodos más fríos, evite someterlo a cambios bruscos de temperatura o que entre y salga como le plazca.