El estrés del perro podría depender de su relación con el dueño: estudio
La investigación científica ha demostrado que uno de los factores de estrés en los perros es la relación con su dueño.
Cualquiera que comparta su vida con un bebé peludo lo sabe bien: incluso Fido puede verse afectado por los efectos negativos del estrés. En ocasiones, la causa de su estado de frustración podría incluso depender del vínculo que nos une a él. Es por esto que la relación con el dueño puede resultar uno de los factores de estrés en el perro.
Estrés en el perro: podría depender de su relación con el dueño
La expresión estrés indica la reacción del organismo ante un cambio, que puede ser de diversa naturaleza: ambiental, física, psíquica o emocional.
Aunque nuestros amigos peludos son mimados y amados, no es raro que desarrollen una forma de estrés, cuyas causas pueden ser numerosas:
Un desencadenante de estrés adicional podría ser la relación entre el perro y el dueño. Esto está respaldado por un estudio de la Universidad de Linköping, Suecia.
Los científicos han medido los niveles de estrés de los bebés peludos y de sus dueños mediante el análisis de una hormona particular, el cortisol, que se encuentra en el pelo y en el pelaje.
En particular, los investigadores se preguntaron si el estrés afecta a los perros de manera diferente, según su raza.
Al experimento asistieron:
Los estudiosos han administrado a los dueños de furbabies un cuestionario que contiene preguntas relacionadas con su carácter y el de sus cuatro patas.
También les preguntaron a los participantes sobre su relación con sus bebés peludos y con qué frecuencia experimentaban problemas de conducta o de otro tipo.
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Los resultados del estudio
Al comparar los datos obtenidos de los cuestionarios, los investigadores descubrieron que la relación con su dueño es capaz de influir en los niveles de estrés de los perros de caza, pero no en los de las razas más cercanas al lobo.
La explicación probablemente radica en el hecho de que los perros de caza fueron seleccionados específicamente por humanos.
Por ello, se acentúan especialmente algunos rasgos distintivos de su personalidad.
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Entre estos, por ejemplo, está la tendencia a colaborar y sincronizarse con la referencia humana.
Por eso, la relación con el propietario puede influir profundamente en el estado de bienestar de Fido.
