El conejo no quiere salir de la jaula: motivos y consejos útiles

El conejo no quiere salir de la jaula, un comportamiento típico de este pequeño animal que puede ponernos en dificultades. ¿Cómo puedes convencer al pequeño para que salga? Veamos, juntos, cuáles son las razones por las que el conejo hace esto y los útiles consejos para intervenir.

El conejo no quiere salir de la jaula.

(Foto Pixabay)

Elegir tener un conejo como mascota con nosotros significa dedicarle mucho. Cuidar a este dulce animalito requiere paciencia y atención constante. El conejo se encuentra entre las mascotas más deseadas y queridas, por su increíble ternura y porque ocupa menos espacio que los perros y gatos. Sin embargo, cuando lo llevamos a casa con nosotros, la pequeña criatura puede tener comportamientos que pueden crearnos algunas dificultades y no siempre es fácil comprender de inmediato lo que le está sucediendo. Así que veamos por qué el conejo no quiere salir de la jaula y cuál es la mejor manera de resolver el problema.

El conejo no quiere salir de la jaula: las causas de su comportamiento

La jaula es de fundamental importancia para la salud y el carácter de nuestro dulce peludo. Para el animal es su hogar y es algo que el dueño debe tener en cuenta de inmediato. Veamos las razones por las que el conejo se niega a salir de allí.

La jaula del conejo
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El conejo se encuentra entre los amigos peludos más queridos de todos los tiempos. Este simpático animal de orejas largas y cara dulce puede enamorarte sin esforzarte demasiado. Vamos a hablar de un animal muy inteligente con un carácter generalmente tranquilo y agradable. Una ventaja de convivir con este mamífero es que también ama su autonomía, como los gatos, y al mismo tiempo sabe ser muy cariñoso, sobre todo con los pequeños de la familia. El conejo es un gran amigo de los niños y es el peludo ideal para convivir con ellos.

Su carácter dócil y su mirada dulce no deben hacernos pensar que no sabe comunicarse e interactuar con su maestro humano. Gracias a su inteligencia, el pequeño tiene sus propias formas de poder relacionarse con nosotros y hacernos entender como se siente, siempre dispuesta a aprender los comportamientos adecuados para adaptarse a la vida en casa. Debe saberse, sin embargo, que el conejo es un animal acostumbrado a ser presa y, por lo tanto, tiende a asustarse fácilmente, incluso si no existe ningún riesgo de peligro para él. El pequeño expresa todo su miedo e incomodidad a través de algunas señales típicas de su naturaleza.

Nuestro perro utiliza el lenguaje corporal para informarnos sobre su estado de ánimo y su estado general de salud. Comportamientos típicos y signos particulares, como parálisis: una característica típica de la criatura es congelarse cuando siente miedo o peligro inminente. Es como si quisiera esconderse o desaparecer por completo en el entorno en el que se encuentra, porque es consciente de que hasta el más mínimo clic puede ser escuchado por un animal interesado en él. Cualquier ruido o movimiento extraño puede asustar al pequeño, al igual que los movimientos bruscos.

La delicadeza y la lentitud deben ser fundamentales en nuestro comportamiento, para tener el enfoque correcto con él. Acercarse al conejo lentamente y hacerle entender que no tenemos malas intenciones es una atención indispensable para su bienestar. Un truco para tener es evite moverlo por las orejas, que son muy delicados. Mejor coge el conejo agarrándolo por las patas traseras y colocando su hocico debajo de nuestro brazo, para calmarlo. Veamos cuáles son los otros comportamientos que asume el mamífero cuando está preocupado o asustado.

Los inconfundibles signos de agitación en el animal se encuentran en el conejo que finge estar muerto. Este es un comportamiento que asume, de hecho, no solo para atraer la atención de su maestro. Como dijimos, quedarse quieto, como en parálisis, es la estrategia que usa el conejo para protegerse de los peligros que lo rodean, lo hace echando las orejas hacia atrás y mirándolo a los ojos. Una de las razones por las que el conejo no quiere salir de la jaula es cuando siente que su territorio está a punto de ser invadido, incluso si solo tiene una pizca de ello. El pequeño también puede tener miedo de su amo.

Establecer una relación de confianza con el conejo es fundamental para que vivas bien, comas en paz y realices actividades en paz. Necesitamos saber que al peludo le gusta estar encerrado a salvo en su jaula, un lugar donde sabe que no le puede pasar nada. Cuando se siente bienvenido allí es algo bueno, pero no debe temer el contacto externo o incluso eso con su maestro. Veamos los consejos prácticos que le ayudarán a salir de este malestar.

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El peludo no quiere salir: consejos efectivos para ayudarlo

Es importante que el conejo reconozca a su dueño como un amigo. Cuando él sabe que en la jaula, por lo tanto en su hogar, puede permanecer a salvo de cualquier forma de peligro, depende de nosotros ser inteligentes y usar algunos movimientos simples para convencerlo de que se abra con nosotros.

El conejo y su comportamiento
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Hemos visto que la jaula es la zona de confort de la mascota, un lugar perfecto para protegerse, especialmente durante la noche. El primer consejo útil para acercarse a él de la mejor manera es el de organizar bien su casa: arregle y limpie con calma la jaula del conejo, insertando la cuna, unos títeres para alegrarlo, todos los complementos para el conejo, incluidos los para comer, cuenco y agua incluidos. Esta planificación, si se desea, también se puede realizar antes de que el animal llegue a la casa. Junto con las indicaciones de las que hablamos anteriormente, esto debería calmarlo.

Es importante, en los primeros días de convivencia, que el conejo aprenda a adaptarse y habituarse a la presencia de su amo humano. Dejándolo solo, durante dos o tres días, el pequeño peludo tendrá la oportunidad de observarnos y conocernos en todo ese tiempo, acostumbrarse a vivir en un lugar nuevo. Resistimos la tentación de sacarlo de la jaula para abrazarlo, en esta pequeña fase de prueba, para que tenga el momento adecuado para entender que puede confiar en nosotros y que puede ser tocado sin ningún miedo.

Podremos intentar sacarlo de la jaula tras esta breve fase inicial y, si notamos un intento de acercamiento por su parte, significará que el conejo se habrá acostumbrado a nuestra presencia y será alimentado y cuidado por nosotros. Intenta y vuelve a intentar tocarlo y levantarlo, siempre sin forzarlo. El animal puede inicialmente resistir no más de 10-15 minutos fuera de su jaula, pero es cuestión de tiempo. Poco a poco, le resultará cada vez más fácil salir y disfrutar de nuestra amorosa compañía, sintiéndose amado y seguro.

Ilaria G