El británico y sus mil variedades
En la segunda mitad del siglo XIX los británicos, apasionados por los animales, decidieron seleccionar una raza de gatos típicamente anglosajona. Partieron de su gato nativo cruzándolo con el gato persa y con una cuidadosa selección fortalecieron la estructura pesando un poco, ensanchando la cabeza y engrosando el pelo. Este gato fue presentado oficialmente en la exposición de gatos en Londres del 1871.
La cría típica británico destaca por sus cachorros que ya poseen la principal característica que tendrán cuando sean mayores: redondez, es decir, cabeza grande, mejillas regordetas, cuerpo regordete y piernas robustas. Hay muchas variedades de británicos, desde el blanco al negro hasta el punto de color y el ahumado. Veamos en detalle las diferencias de estos tipos.
BLANCO BRITÁNICO: Los británicos blancos siempre han sido muy apreciados por la pureza de su pelaje, y en algunos países se los considera un símbolo de perfección. Como en el persa blanco, la variedad de ojos azules está genéticamente predispuesta a la sordera. La raza actual deriva de los programas de cría realizados con gatos callejeros a finales del siglo XIX. El británico blanco es inteligente, con la sabiduría de un gato callejero, y es un compañero cariñoso. Hay tres variedades: de ojos azules, de ojos naranjas y de ojos extraños (los gatos blancos de pelo corto sin pedigrí suelen tener ojos verdes). También está el Albino de pelo corto que es blanco, con ojos celestes, cuyas pupilas se vuelven rojas con la luz reflejada.
BRITÁNICO DOS TONOS: Los gatos de dos colores, es decir, blancos con manchas de un color diferente, son populares en todas partes, pero las formas puras son mucho más raras debido a la dificultad de producir ejemplares que cumplan con el estándar requerido por la raza. El blanco no debe constituir más de la mitad del pelaje y el color no debe ser menos de la mitad ni más de dos tercios. Teóricamente, las manchas de color deberían ser simétricas, pero esto es prácticamente imposible. El británico de dos tonos es una raza desarrollada recientemente, lo cual es extraño cuando se piensa en los innumerables gatos de dos tonos que han existido desde que existió el gato doméstico. El Bicolor es un gato de carácter tranquilo, amable e inteligente. Existen numerosas variedades: Negra y Blanca (conocida como Urraca), Azul y Blanca, Naranja y Blanca y Crema y Blanca.
AZUL BRITÁNICO: La conformación ideal del cuerpo, un pelaje extremadamente suave y un maravilloso color azul, resaltado por los ojos anaranjados o cobrizos, han convertido a este animal en una auténtica estrella entre los gatos de pelo corto. El azul británico se desarrolló hacia finales del siglo XIX a través de programas de cría en los que se utilizaron los mejores ejemplares de gatos callejeros. Apareció temprano en las exposiciones de gatos, pero la escasez de machos durante la Segunda Guerra Mundial y el mestizaje externo con otras razas después de que terminó la guerra la deterioraron. Se logró alguna mejora al introducir persas azules en las líneas de sangre, aunque el cabello tendía a ser demasiado largo. Particularmente alerta y cariñoso, el azul británico es un excelente compañero, amante de la vida tranquila. No hay variedades de blues británico de pelo corto, aunque el Chartreux es considerado uno por algunas asociaciones.
