Educar a un perro recién adoptado: los movimientos correctos y los consejos a seguir
¿Está un nuevo amigo de cuatro patas a punto de cruzar el umbral de nuestra casa? Esto es lo que debe hacer para educar a un perro recién adoptado.
¿Estamos a punto de darle la bienvenida a un perro peludo en la casa pero no tenemos idea de cómo darle la bienvenida? Además de la alegría y las festividades, también se necesitarán algunas reglas, para educar al perro recién adoptado con los movimientos correctos. Estas reglas serán importantes no solo para su llegada a la casa, sino también para el tiempo que dure nuestra convivencia. Especialmente si es un cachorro, el perro necesitará ser guiado y entender qué está bien o mal: y esta tarea depende de nosotros.
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Que hacer antes de tu llegada
¿Sabes a la hora de preparar la cuna y la habitación del recién nacido que está por llegar? Para el perro es más o menos lo mismo: de hecho necesitará ciertos complementos, que tendrá que encontrar ya en casa, y necesitaremos leer sobre él y su historia. Así que aquí hay un breve vademécum sobre qué hacer antes de que el perro entre por la puerta de nuestra casa.
- Establezca cuáles son las reglas para asegurarse de que todos los miembros de la familia las compartan y respeten (también porque el perro no entendería el concepto de ‘transgresión’ ocasional de la regla, por lo que necesitamos la máxima consistencia por parte de todos).
- Compramos lo necesario para tu estancia en casa: desde la perrera hasta la correa, desde los productos de limpieza hasta el collar antipulgas etc. Ciertamente en las tiendas de animales tendremos un amplio abanico de ofertas para este tipo de productos y tendremos donde elegir entre colores, formas y otras características.
- Elija la habitación para su descanso: la perrera no debe colocarse al azar, sino alejada de fuentes de luz molesta y ruidos de tráfico o incluso de la habitación de los niños. Posiblemente sea mejor evitar lugares por donde circulan corrientes de aire frío pero también fuentes artificiales de calor, porque podrían enfermarlo (Leer aquí: El resfriado en el perro: síntomas, contagio, tratamiento y remedios naturales).
- Tomemos información sobre su raza y sobre el perro en particular: preguntamos a la perrera o al antiguo dueño o al criador cuáles son sus hábitos alimenticios, para no cambiar su dieta de repente.
Educar a un perro recién adoptado: conceptos básicos
¿El perro acaba de llegar a casa? Seguro que todos los miembros de la familia lo recibirán con grandes fiestas. Hagamos que se ponga la medalla y el collar que ya le hemos comprado y que disfrute el resto del día con él. De hecho, no solo nosotros necesitamos conocerlo, sino que Fido también tendrá que acostumbrarse a nuestra presencia, para entender quiénes son los miembros de la familia y quiénes los extraños. De hecho, es recomendable no dar la bienvenida a la casa a otras personas que no formen parte de la pequeña unidad familiar: de esta forma el perro no se sentirá ‘atacado’ por la atención de todos.
Sería recomendable llevarlo al parque más cercano, quizás en momentos estratégicos cuando no hay demasiada gente, para hacerle saber el lugar donde irá a pasear y también sus necesidades. Es más de lo normal que, al menos en los primeros días, el perro no se dé cuenta de dónde conviene ‘evacuar’: puede que te encuentres con extraños recuerdos en casa. Con el tiempo y con paciencia le harás entender cuáles son los momentos, y sobre todo, los lugares para poder llevar a cabo sus funciones vitales.
Desde el principio el perro tendrá que acostumbrarse a estar solo, aunque sea por poco tiempo: no debemos ceder ante su llanto y sus dulces ojos. Por su bien conviene que se acostumbre a nuestra ausencia, también porque si siempre estuviera en nuestra compañía y de repente lo dejáramos solo en casa, la sensación de abandono sería aún más fuerte (Leer aquí: Métodos para acostumbrarse el perro solo en la casa sin sentirse incómodo).
Educar a un perro recién adoptado: si es un cachorro
Existe una diferencia entre un cachorro, nacido recientemente y un perro adulto, que ya ha vivido su juventud y que, muy probablemente, ya habrá adquirido una educación. En el caso del cachorro, por lo tanto, es normal compararlo con una especie de pizarra en blanco sobre la que escribir: de hecho, es más fácil impartir reglas a un perro pequeño, que absorbe cada enseñanza como una esponja, que cambiar de hábitos (quizás ay, mal) crédito consolidado de un crédito ahora grande.
Desde el principio, el cachorro tendrá que aprender a socializar no solo con los miembros de su familia, sino también con sus semejantes. Paralelamente al calendario de vacunaciones (Leer aquí: Vacunas caninas: recomendadas, opcionales, tiempos y costos) y los trámites (Leer aquí: Microchip al perro: qué es, para qué sirve, costos y curiosidades), le damos la oportunidad de interactuar con los otros perros del parque y también con extraños humanos (siempre bajo nuestra supervisión, claro). Educar a un cachorro recién adoptado requerirá calma y paciencia, por lo que es bueno tener esto en cuenta antes de darle la bienvenida a uno a su hogar.
¿Y si fuera un adulto?
Si el perro adulto que entra a la casa ya se ha portado bien, no será difícil hacerle entender cuáles son sus lugares y cuáles son las reglas que se aplican en su nueva familia. Es obvio que el perro ya está acostumbrado a retener sus necesidades hasta el paseo y sabrá relacionarse con sus semejantes y otros humanos. De hecho, en el caso del perro adulto recién adoptado será cuestión de ‘reemplazar’ personas, lugares y espacios en su mente y hábitos. Reconocerá a su dueño en un familiar y sabrá cuáles son los comportamientos equivocados, que inevitablemente conducirán al castigo (Leer aquí: Trastornos del comportamiento: reeducar a un perro agresivo) y los correctos, que merecerán una recompensa o refuerzo positivo.
¿Y si queremos adoptar un perro callejero? El tema ya ha sido tratado en el siguiente artículo: Adoptar un perro sin microchip: el procedimiento a seguir y los errores a evitar. En los casos más ‘desesperados’ siempre existe la posibilidad de contactar con un adiestrador de perros, quien seguramente podrá darnos los consejos más específicos para nuestra situación.
Francesca Ciardiello