Educar a un gatito que muerde: cómo comprender y corregir este comportamiento en 5 pasos
¿Ha adquirido el gatito la mala costumbre de morder todo? Cómo educar a un gatito que muerde y entender por qué lo hace.
Tierno y dulce, pero sus picaduras pueden ser molestas e incluso hirientes. Por no hablar de muebles, sofás y todo lo que pasa por debajo de sus dientes y uñas. En definitiva, el gatito que muerde puede convertirse en un auténtico problema si no se encuentra una solución. Pero primero sería el caso de entender qué lo impulsa a hacerlo: tal vez no sea solo un instinto agresivo. Aquí tiene todo lo que necesita saber sobre cómo educar a un gatito que muerde y todos los movimientos para hacer y evitar.
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El gatito muerde: por que lo hace
El hecho de que el gatito sea como un niño en exploración no va más allá de la necesidad de educarlo para que no lo haga (lea aquí: ¿Cómo podemos educar a nuestro gatito? Consejos útiles). De hecho, las causas por las que un gato recién nacido se acostumbra fácilmente a morder y rascar todo lo que tiene al alcance de la boca y la pata, son básicamente tres: saber, tener el control y alterar la conducta.
- Sed de conocimiento: los gatos recién nacidos utilizan todas las «herramientas» a su disposición para descubrir el mundo que les rodea y, a menudo, utilizan el sentido del gusto. Así que realmente no quieren lastimar a nadie o arruinar algún objeto o mueble: simplemente están ‘experimentando’ con su textura.
- Frenesí de control: desde pequeño, al gato le encanta tener el control total y el dominio de la situación. No es casualidad que siempre elijan superficies altas, para estar atentos a todo lo que pasa (Leer aquí: Al gato le encanta dormir en lugares altos de la casa: los motivos). Y agarrar todo con los dientes también es una forma de controlarlo.
- Trastorno del comportamiento: si los consejos y los intentos de educarlo siempre fallan, entonces es el caso de contactar a un especialista en comportamiento felino ya que podría ser un trastorno que se manifestó temprano (Leer aquí: Las causas de la agresión en gatos: física y psicológica) .
Educar a un gatito que muerde: los 5 movimientos correctos
¿Queremos que nuestro gatito pierda de inmediato la mala costumbre de morder cualquier cosa, incluidas nuestras manos y tobillos? Entonces podemos seguir estos 5 consejos fundamentales.
- Dale una alternativa: si vemos que al gatito le ‘apasionan’ las manos, los pies y los muebles de la casa, entonces consigámosle siempre una diversión, un juguete que sea solo suyo. En definitiva, dirigimos su atención y su energía a un objeto que le compramos y que además tiene beneficios, como un raspador, un títere de goma o cualquier otra cosa que pueda morder sin causar daño.
- Dale tu tiempo y atención: suele tener una vida muy exigente y, por mucho que se pueda pensar lo contrario, el gato es un animal que necesita constantemente nuestra atención (Leer aquí: Juguetes para el gato: cómo elegir y organizar sus pasatiempos ideales) . De hecho, su mordida también podría ser el resultado de una solicitud de atención, una forma de ‘castigarnos’ por nuestra ausencia.
- Detener el juego: Si vemos que el gatito insiste en morder y rascar, entonces asegurémonos de dejar de jugar. Si ve que el gato se va, comprenderá que no nos gusta jugar así; y para que podamos volver a jugar probablemente se le animará a portarse bien.
- Usa tu voz: Pequeñas exclamaciones de dolor serán suficientes para que el gatito comprenda que debe detenerse. Es mejor usar siempre un tono de voz tranquilo y no alarmante: solo sé firme y decidido, ¡sin montar una escena!
- Crea un ambiente pacífico: una habitación ruidosa o con un continuo ir y venir de personas nunca es ideal para educar a un gatito. Necesitamos relajarnos y ponerlo a gusto, para asegurarnos de que el gato está ‘predispuesto’ a escucharnos, quizás incluso usando feromonas para gatos.
Errores a evitar
¡Tenga cuidado de no perder la paciencia! Nunca ayuda (mucho menos en este caso) enojarse y perder los estribos. Podría tener el efecto contrario, que es que el gatito ya no confía en nosotros y no puede entablar una relación con él. Entonces, por difícil que sea, debes hacerle entender de forma tranquila pero firme y firme que su comportamiento es incorrecto. ¡La violencia nunca está permitida! También tenemos que evitar instigar al gatito a la violencia: castigándolo con las manos o usando la voz gritando, solo lo instigaremos a reaccionar con tantos mordiscos y arañazos.
Francesca Ciardiello