Dos huérfanos encuentran consuelo gracias a una amistad especial: la historia de Kiko y Loboito

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Hay historias que instantáneamente se roban el alma y el corazón, de las que basta con leer el título para empezar a emocionarse. El de Kiko mi Loboito es uno de esos eventos que ciertamente cae en esta categoría. Su desgracia y finalmente la redención y serenidad logradas es una victoria para quienes aún creen que la especie debe ser protegida.

Estos dos especímenes, un perrito de elefante es un bebé giraffa ambos fueron encontrados en Kenia, vagando por la sabana sin sus madres: Kiko, la jirafa fue recuperada el 19 de septiembre, mientras Loboito, el elefante fue rescatado la semana pasada.

La intervención de su recuperación fue posible gracias a la señalización de algunos transeúntes que los avistaron y se pusieron en contacto con los expertos que trabajan en los centros de recuperación de vida silvestre, incluidas las asociaciones. Salva a los elefantes y el centro The David Sheldrick Wildlife Trust (DSWT) que intervino de inmediato para ayudar a esos dos pequeños huérfanos.

Los dos cachorros fueron llevados a la guardería del refugio DSWT donde fueron atendidos por el personal, asombrados de que Kiko hubiera podido sobrevivir, considerando su corta edad: «Cuando los elefantes recién nacidos ellos llegan en nuestra estructura siempre es difícil intervenir y son a menudo extremadamente frágiles, por lo que es necesario seguirlos durante varias semanas. Loboito ha pasado por cuidados intensivos y ahora necesita una nueva familia ”, comentaron los investigadores del centro.

Pero Loboito ya parece haber elegido a su nueva familia y parece que es Kiko, la bebé jirafa quien lo ayuda. Según los voluntarios, Kiko está ayudando al pequeño elefante a ponerse a salvo en el centro. Pero Loboito necesita ser monitoreado continuamente porque a esa edad, el trauma que sufrió podría tener consecuencias devastadoras: “Hasta donde sabemos, un elefante tan pequeño no puede sobrevivir mucho tiempo sin la protección y la leche de su madre. Es por eso que no solo lo estamos protegiendo de posibles cazadores furtivos y depredadores sino también del viento, la lluvia y el calor ”, explicaron los voluntarios, esperando que pueda superar el trauma gracias al cariño y atención que está recibiendo de Kiko y voluntarios.