Disminuye el abandono de perros adultos, aumenta el de camadas

Signos pequeños pero positivos que quizás estén conectados a un crecimiento del sentido común en la población. Esto es lo que surge de los datos sobre abandono registrados en 2016 y recopilados por la Asociación Italiana para la Defensa de los Animales y el Medio Ambiente (Aidaa) que, comparado con 2015, destaca un ligero descenso del fenómeno.

Según informes de la asociación de derechos de los animales, según los datos recopilados, 77.082 perros ingresaron a las cien perreras monitoreadas por Aidaa en toda Italia. El mayor número de ejemplares se concentra sobre todo en las regiones del sur de Italia, con 37.800 perros, seguido del Centro con 26.304 perros ingresados ​​en las perreras y del Norte donde el número desciende significativamente con 12.978 entradas.

Aidaa apunta que “respecto a años anteriores, el número de perros ingresados ​​como adultos abandonados ha disminuido drásticamente, mientras que, especialmente en las regiones central y sur, los cachorros que han pasado por perreras superan el 38% del total”.

Es decir, en 2016 habría disminuido el abandono de perros adultos, mientras que aumenta el de camadas.

Los registros muestran que el 40% de los perros que ingresan a las perreras son abandonados, el 3% son decomisados ​​y el resto de los ejemplares son perros fugados y devueltos a sus dueños.

Sin embargo, nos recuerda Aidaa, son cifras que deben considerarse parciales, ya que son atribuibles al 20% de las perreras y albergues repartidos por todo el territorio nacional.

Obviamente, para contrarrestar el fenómeno, las asociaciones lo han repetido varias veces, señalando con el dedo a las instituciones a las que se les pide que vigilen más el fenómeno, que hagan cumplir las normas en la materia como la obligación de los microchips y en algunos casos, en zonas críticas, interviniendo con campañas de esterilización para contener las camadas, cada vez más sujetas a abandonos, incluso crueles.