Diferencias entre buey y toro: porque a menudo hay confusión

¿Cuáles son las principales diferencias entre un buey y un toro? Qué tienen en común y por qué a veces existe cierta confusión al distinguirlos.

Diferencias entre buey y toro
Diferencias entre buey y toro: qué son y de qué dependen (Adobe Stock Photo)

¿Por qué el buey y el toro son diferentes? ¿No pertenecen a la misma especie? Es por eso que estas respuestas pueden dar lugar a algunos malentendidos. A partir de un estudio de la etimología de la palabra pasaremos a definir todos diferencias entre un buey y un toro, con referencias también a los diferentes destinos finales de los dos animales. Porque la verdadera diferencia está en su ‘explotación’, aunque pertenecen a la misma familia. Ésta y otras curiosidades que con el tiempo han llevado a una clara división entre buey y toro.

Buey y toro: etimología del nombre

Buey
Buey utilizado en el trabajo de campo 8 Photo Adobe Stock)

Así como se nos lleva a asociar «buey y burro», también se nos lleva a pensar en el buey y el toro como dos animales diferentes. Esto no es del todo cierto y ahora entenderemos por qué. Antes de entrar en las diferencias entre buey y toro, es necesario entender qué se quiere decir con estas palabras. El término ‘toro’ está ligado al de ‘Italia’ o más bien al griego ‘beber’, indicando el macho bovino. No es casualidad que nuestra nación fuera identificada como la tierra de los toros, ya que albergaba a la gente del Vituli de Italoi en las áreas de la actual Calabria. Fueron llamados así porque adoraban a un dios parecido a un toro.

¿Es buey? este término indica el macho de la familia del ganado pero, a diferencia del toro, destinado al matadero. Este desafortunado final marcará toda su existencia, desde la cría hasta la alimentación. Su castración permite obtener animales dedicados a la fatiga en el campo, bastante tranquilos y sumisos, y de una clase inadecuada para el apareamiento.

Diferencias entre buey y toro

Diferencias entre buey y toro
Diferencias entre buey y toro: el toro taurino (Foto Pixabay)

Aunque son bovinos, hay un destino diferente de los dos ejemplares: el buey está destinado al matadero, mientras que el toro está destinado a la reproducción. Esta diferencia también ha llevado a una gran diferencia en el imaginario colectivo entre el buey tímido y trabajador y el toro viril y poderoso. Este último parece más adecuado para la reproducción, para la transmisión de sus genes a las generaciones posteriores. No es casualidad que en las representaciones más comunes la cola del toro, que recuerda un simbolismo fálico, esté erguida mientras que la del buey es baja y colgando entre las piernas.

Sus diferencias no se encuentran en las características de especie o raza, ya que para ellos es común (la Jefe Tauro precisamente). Todo depende de su papel dentro de la granja. Los bueyes son castrados en los primeros meses de vida, ya que someter al animal a esta operación después del primer año de edad podría someterlo a un estrés innecesario y excesivo, que en algunos casos puede resultar fatal.

Buey y toro: ¿son el mismo animal?

En ambos casos son bovinos, por lo que podríamos definirlos como ‘descendientes’ del mismo animal, es decir, el ternero. Pero después de cuatro años de vida, las diferencias entre los dos animales serán sancionadas por su destino futuro: sacrificio (pero también trabajo pesado en el campo) o reproducción. Lo que define su destino es la posesión de algunas características genealógicas, conformación física y una raza preciada.

Aunque el toro está en mejor forma física, el buey ciertamente es más resistente en el trabajo de campo. Ya en la antigüedad su papel en cultivo de la tierra fue fundamental: pensamos que ante la ausencia de la maquinaria agrícola actual, el grueso del trabajo estaba totalmente a cargo de estos animales, que se colocaban al lado de carros y arados rudimentarios.

¿Y las hembras?

Vaca
Vaca (Foto Pixabay)

Esta especie naturalmente también tiene su ejemplar hembra: es la vaca. También se le indica con diferentes nombres dependiendo de su edad: hasta el primer año de vida se le llama ‘becerro’, entre los 12 y 20 meses se le llama ‘sorana o manzetta’ si aún no ha parido. Las que están en gestación se llaman ‘vaquillas’. ¿Y después de tres años de vida? Se llama ‘vaca’ si ya ha parido o tiene menos de tres años pero está embarazada.

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