Cuidado de Mandalay: cepillado, baño, limpieza, belleza
Qué precauciones poner en práctica para cuidar mejor al Mandalay: aquí te contamos todo sobre la higiene y la belleza del gato.
La limpieza del gato es fundamental para prevenir la aparición de trastornos de la piel, infecciones e infestaciones parasitarias: descubramos juntos qué operaciones no pueden faltar en el tratamiento del Mandalay.
Cuidado del pelaje Mandalay: cepillado y baño
Cuidar el pelaje del Mandalay no es nada difícil.
Este procedimiento, de hecho, no requiere mucho tiempo debido a la reducida longitud del pelaje que envuelve a los ejemplares de esta raza.
Sin mencionar, entonces, que estos gatos tienden a arrojar poco cabello. Por ello, basta con cepillarlos una vez a la semana, aumentando la frecuencia de las mudas.
La herramienta ideal con la que cepillar a tu amigo de cuatro patas es un cepillo de cerdas largas y suaves, con el que puedas proceder tanto en el sentido de crecimiento del pelaje como contra el pelo.
De esta forma nos aseguraremos de desenredar cualquier nudo, evitar la formación de bolas de pelo en el estómago del animal y encontrar posibles infestaciones parasitarias.
Eso sí, para evitar la presencia de pulgas y garrapatas, será necesario que apliques un pesticida a tu gato con regularidad.
¿Qué precauciones seguir para que el pelaje del gato quede brillante y suave? Podemos frotar periódicamente su pelaje con una solución de agua tibia y vinagre.
El verdadero secreto, sin embargo, está en la dieta del felino: para saber cuál es la dieta ideal para el Mandalay, consulta este artículo.
¿Realmente tienes que lavar al gato?
¿Cuidar bien al Mandalay también significa darle un baño?
La respuesta es no: los felinos domésticos son animales muy limpios, que cuidan de su propia higiene personal sin necesidad de nuestra intervención.
Sin embargo, puede ocurrir que el gato descuide su aseo debido a una larga enfermedad, o que se deslice en un agujero especialmente sucio y estrecho durante sus exploraciones.
En estos casos, que representan una verdadera excepciónes posible que necesitemos bañar al gato.
En primer lugar, es fundamental utilizar únicamente detergentes formulados para felinos domésticos, que respeten el pH de su piel.
En segundo lugar, tendremos que asegurarnos de que la temperatura del agua sea agradable, sin que esté demasiado caliente ni excesivamente fría.
Después de enjabonar y enjuagar al gato, podemos proceder al secado, asegurándonos de que sea completo para evitar que el animal se resfríe y se enferme.
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Cuidado de los dientes, oídos y ojos de Mandalay
El cuidado del Mandalay también incluye la limpieza de la cavidad bucal, orejas y ojos del gato.
La higiene dental del gato es fundamental para prevenir proliferación de bacterias puede provocar la aparición de patologías como gingivitis, estomatitis y periodontitis.
Para ello, tendremos que limpiar la cavidad bucal del gato con regularidad. Para ello, podemos utilizar cepillos y dentífricos especiales para el felino, o untar en sus dientes una crema con sabor a carne y con alto poder higienizante.
El segundo método, en particular, es decididamente más fácil ya que el gato se siente tentado a someterse al procedimiento gracias al agradable aroma de la loción.
Para la limpieza de ojos y oídos, en cambio, bastará con eliminar las posibles secreciones con la ayuda de un paño ligeramente humedecido con agua tibia, frotando suavemente la zona afectada.
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Cortar las uñas al gato ¿sí o no?
Por último, solo nos queda responder una última pregunta sobre los cuidados del Mandalay: ¿se le deben recortar las garras?
Esta operación no siempre es necesaria. En realidad, en la mayoría de los casos, el cuadrúpedo se encarga solo de esta operación, afilando las uñas en diversas superficies, como troncos y rascadores.
Sin embargo, en el caso de gatos ancianos con un estilo de vida sedentario, es posible que tengamos que intervenir.
En este caso, será necesario presionar sobre las patas del gato, para que la garra salga por completo, y luego cortar solo la parte más externa de la uña.
Tenga cuidado de no quitar la porción vascularizada: Podríamos lastimar al animal..
Para reconocer la parte a eliminar, basta con fijarse en el color: su tono es más claro que el resto de la uña.