Cuernos de rinoceronte subastados en Sudáfrica: «Es para guardarlos de los cazadores furtivos»

Existe controversia en Sudáfrica por una subasta en línea en la que los cuernos de rinoceronte están en juego para el mejor postor. Esta es la primera vez que esto sucede, y las discusiones se intensificaron de inmediato al respecto. Las autoridades locales han intentado sin éxito implementar el ‘sorteo’, que ha despertado una profunda indignación especialmente entre las organizaciones de bienestar animal. Después de todo, el vendedor es el mayor criador de rinocerontes del mundo. Su nombre es John Hume. Ha decidido vender 264 cuernos de estos paquidermos, que están cada vez más en peligro de extinción. El propósito oficial de Hume es que esta subasta podría reducir el peligro de que los rinocerontes sean víctimas de los cazadores furtivos. El hombre cuenta más de 1500 de estos animales en sus propiedades. El cual cortó los cuernos después de haberlos sometido a anestesia. El periódico transalpino ‘France Press’ informa que vuelven a crecer con el tiempo y que los animales no sufren de ninguna manera.

Cuernos de rinoceronte en subasta, nació la idea de guardar a los animales de la caza furtiva.

En abril pasado se promulgó una moratoria sobre el comercio de cuernos. Es por esta razón que las autoridades no tuvieron éxito en su intento de bloquear la subasta. Hume por su parte agregó que con lo recaudado financiará la protección y reproducción de los propios rinocerontes. Los cuernos de estos animales se consideran valiosos en la tradición oriental. Los mismos se utilizan con fines terapéuticos en la medicina para los fines más dispares, en China y en otros países asiáticos.

El 80% de los rinocerontes residen en África y sus cuernos pueden costar más de 50 mil euros en el mercado negro. Este es el precio del equivalente a un kilo. En la subasta, por otro lado, no se fijó un precio de salida básico. En cualquier caso, será necesario partir de una cuota de inscripción de 6400 por cada participante que quiera participar. En el último mes de marzo, un rinoceronte fue víctima de algo abominable. El animal, alojado en el zoológico de París, fue asesinado por unos cazadores furtivos. Y este hecho había consternado tanto a la opinión pública como a las instituciones francesas.