Convivencia entre perros y gallinas: ¿es posible? Que estrategias adoptar

La convivencia entre perros y gallinas puede presentar más de un problema. Averigüemos cuáles son las estrategias a adoptar para establecer una convivencia pacífica entre las dos especies animales.

Convivencia entre perros y gallinas
(Foto de Adobe Stock)

A menudo decidimos ampliar nuestra familia peluda sin consultar a los que ya forman parte de ella. De hecho, no siempre nuestros amigos de cuatro patas tienen las mismas intenciones que nosotros, y mucho menos nuestros gustos. Por ejemplo, uno es posible convivencia pacífica entre perros y gallinas? ¿Qué trucos utilizar para establecer la armonía entre estos animales?

¿Es posible la convivencia?

Empecemos por un supuesto: la convivencia entre perros y gallinas es posible. Pero no es obvio.

Convivencia entre perros y gallinas
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Los factores a evaluar son diferentes: el carácter del perro en primer lugar, su capacidad de socialización y también su edad.

Por ejemplo, será muy difícil cambiar hábitos de un perro anciano; cuanto más tiempo pase, menos fácil será acostumbrar a Fido a la presencia de animales que nunca ha visto, o hacia los que muestra un fuerte instinto depredador.

Evidentemente, la solución ideal sería criar al perro, desde cachorro, junto con los pájaros, de tal manera que lo acostumbre a su presencia. Además, en la primera etapa de la vida, es más fácil corregir las malas actitudes del perro.

Cuando esto no haya sucedido, se deben tomar una serie de precauciones.

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Consejos para poner en práctica

Para establecer una convivencia pacífica entre perros y gallinas, es bueno acostumbrarse a el primero, gradualmente, en la presencia de del último.

Gallinas en el patio, cuyas obligaciones legales respetar (Adobe Stock Photo)
(Foto de Adobe Stock)

Lo ideal sería introducir a los pájaros, al menos inicialmente, en un espacio protegido, al que Fido no puede acceder, pero desde el que puede ver y oler la presencia de los nuevos invitados.

En este punto es necesario evaluar la reacción del perro. La regla básica, a tener en cuenta, es que necesitas paciencia. Podría pasar algún tiempo antes de que Fido se acostumbre a la presencia de los pájaros.

Cuando esto suceda, puede continuar con el siguiente paso. Consiste en dejar que los animales entren en contacto (por ejemplo en el jardín de la casa). En esta fase mantendremos al perro con correa, para que los animales se acerquen y se huelan entre sí.

Continuaremos esta fase todo el tiempo que sea necesario. El tercer paso será el definitivo: dejar al perro y las gallinas libres para moverse en el mismo espacio. Pasaremos a esta última fase sólo cuando estemos seguros, en la medida de lo posible, de que el perro no ataca a los pájaros.

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Sin embargo, será necesario estar alerta para intervenir en caso de necesidad. El adiestramiento canino, incluso para que responda solo a órdenes básicas, podría ser una gran ventaja para utilizar en la implementación de la estrategia destinada a establecer una convivencia pacífica con las gallinas.

Sin embargo, si las sugerencias no surten efecto, podemos recurrir a un veterinario conductual, para intentarlo con un enfoque profesional. Sin embargo, recordamos, como ya se ha dicho, que la convivencia pacífica entre las dos especies no se da por sentada.

Si esto no es posible, solo tenemos que tomar nota de la situación. En ese momento, todo lo que queda es configurar habitaciones separadas, para que no puedan entrar en contacto.

Antonio Scaramozza