Conjuntivitis en gatos: causas, síntomas y remedios

El gato es propenso a problemas oculares, siendo el principal la conjuntivitis. Cómo se desarrolla y cómo se puede tratar.

Conjuntivitis en gatos
Conjuntivitis en gatos: como reconocerla y los remedios recomendados por el experto

Los ojos encantadores y expresivos de nuestro gato pueden sufrir algunos patologias, con consecuencias más o menos graves. Uno de ellos es sin duda la conjuntivitis: una enfermedad que puede afectar a felinos de cualquier edad, sexo y especie. El problema no debe descuidarse, de hecho es necesario identificar síntomas tan pronto como aparezcan y enlistarlos al veterinario, quien hará un diagnóstico y dará un tratamiento eficaz. De hecho uno conjuntivitis desatendida podría causar daños muy graves, que pueden comprometer permanentemente la visión del gato. A continuación, le indicamos cómo saber si su gato padece conjuntivitis.

Conjuntivitis en gatos: síntomas

Es un trastorno ocular, muy similar al que afecta a los humanos. Es un inflamación de la membrana de la superficie anterior del ojo y el interior de los párpados. La conjuntivitis no tratada puede incluso comprometer permanentemente la defensas fisiológicas del ojo, favoreciendo la aparición de patologías más graves. Por supuesto, un gato que vive fuera de casa, en la calle o incluso en el jardín, corre mayor riesgo de padecer enfermedades oculares también porque puede entrar más fácilmente en contacto con otros gatos que estén infectados por él. La sintomatología de la conjuntivitis es bastante evidente y fácilmente reconocible: párpados frecuentes lagrimeo, hinchazón o irritación.

Lágrimas: Suelen ser de consistencia espesa y de color oscuro, dejando un rastro marrón alrededor del ojo. Este último aparece a menudo enrojecido e hinchado, tanto que el gato no podrá mantenerlo completamente abierto. Secreciones de los ojos: a veces pueden endurecerse incrustaciones que el gato tenderá a rascarse con las uñas. Tratamos de tener cuidado de que no lo haga, ya que podría rayar el interior del ojo y empeorar la situación ya crítica. Si la sustancia que sale del ojo es líquida y transparente entonces la forma de conjuntivitis aún no es grave, si en cambio el líquido es blanco indica la presencia de pus purulento, en el peor de los casos.

Ojos: uno de los primeros síntomas, afortunadamente temporal, es el llamado estrabismo de Venus: se trata de una consecuencia de la hinchazón que hace que el gato se ponga bizco, pero que se resuelve una vez que la conjuntivitis ha sanado. Uno de los síntomas de la patología ocular puede afectar el sistema respiratorio (rinotraqueítis viral, calicivirosis), y esto genera disnea en el gato que no respira bien (pensemos por ejemplo en las infecciones por clamidias).

Mocos y secreciones nasales: junto con la inflamación y las úlceras bucales, la fiebre, estos son los otros síntomas más reconocibles. La secreción nasal puede ir acompañada de estornudos frecuentes. La conjuntivitis también puede afectar un ojo a la vez o ambos: la infección también se puede transmitir a los humanos, así que tenga cuidado de lavarse las manos cuando entremos en contacto con el gato infectado.

Párpados: pueden hincharse y hacer más visible el tercer párpado. En casos graves, como los del herpesvirus felino, los párpados pueden llenarse de pus y crear úlceras en el ojo o erosiones en los párpados.

Conjuntivitis en gatos: causas desencadenantes

Es difícil identificar una sola causa desencadenante, ya que pueden ser varias y ciertamente no nos corresponde a nosotros identificarlas. Si queremos ayudar concretamente a nuestro gato, lo mejor es concertar una cita con el veterinario, que también le dará una cuidados específicos y adecuados. La dificultad radica en la sintomatología, que casi siempre es la misma: el ojo lloroso hinchado con secreciones.

Las causas desencadenantes pueden tener un origen bacteriano y luego ser causadas por Staphylococcus, Mycoplasmas, Streptococci, Chlamydia, Bordetella y Escherichia coli. Las enfermedades virales también pueden ser la base de la conjuntivitis felina: Herpesvirus y Calicivirus; o puede ser el resultado de hongos y parásitos como los del género Aspergillus, Cladosporium y Thelazia.

Si el desencadenante es alérgico, aunque más raro, afecta la parte superficial del ojo que reacciona a los alérgenos (como el polen, el polvo o los alimentos). Además, la conjuntivitis también puede ser una consecuencia directa de algún trauma: rasguños en el ojo, o congénito y crónico, vinculado a problemas con los párpados, etc.

Si no está en las causas enumeradas anteriormente, la conjuntivitis también puede ser el resultado de un contacto prolongado del gato con un irritante, tal vez un agente químico contenido en detergentes y detergentes o un resfriado en el gato: estos son casos raros pero no imposibles.

Conjuntivitis en gatos: remedios

Conjuntivitis en gatos
Conjuntivitis en gatos: ¿remedios caseros? No, gracias. ¡Siempre es mejor preguntar al experto!

Antes de pensar que la conjuntivitis del gato es la misma que afecta a los humanos y por tanto aplicar gotas para los ojos, ¡detengámonos! No tomamos ninguna iniciativa y siempre buscamos el consejo de un experto antes de proceder con métodos peligrosos de bricolaje. De hecho, las gotas para los ojos pueden tener un efecto devastador en el ojo del gato, empeorando una situación ya crítica. Podemos optar, siempre previa consulta al veterinario, por colirios naturales a base de hierbas oficinales como Euphrasia, Apis mellifica o Mercurius solubilis.

Mientras esperamos la visita al veterinario, podemos limpiar el exterior del ojo, eliminando los residuos de secreciones y costras. Procedemos con un hisopo de algodón, sumergido en agua tibia diluida con manzanilla, caléndula o una solución salina para desinfectar suavemente. Con un toque ligero, y sin presionar, pasémoslo al ojo 3-4 veces al día. Una vez realizada la visita, normalmente la primera terapia recomendada tiene como objetivo reducir la inflamación del ojo y dar un alivio inmediato al gato. El veterinario podrá recomendar cremas o gotas a base de antibióticos y antihistamínicos, y definirá la dosis correcta y cómo aplicarlas.

Si la aplicación de estos medicamentos externos al gato es una tarea difícil, considere mezclar medicamentos orales con la comida para bebés. Si no quiere comer, podemos intentarlo. inyectar la sustancia cicatrizante con una jeringa sin aguja directamente en su boca: ciertamente podría tener miedo, así que tranquilicémoslo con nuestra presencia y nuestro cariño. Las gotas oftálmicas de cortisona no están destinadas a resolver la causa, sino solo a reducir la inflamación.

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