Cómo reconocer la raza de un gato: las características de los más comunes.
¿Y de qué raza es tu gato? No siempre es fácil responder a esta pregunta porque hay que seleccionar algunas características: cómo reconocer la raza de un gato.
Es obvio que, salvo que seamos expertos o felinos súper apasionados, no es posible memorizar todas las características de todas las razas de gatos del mundo. Pero es igualmente cierto que algunas particularidades del gato pueden ayudarnos reconocer la raza de un gato: desde el hocico hasta el pelo y las orejas, todo puede ser útil en nuestra ‘investigación’. Veamos cuáles son todos los factores que pueden revelar un poco más sobre la raza de nuestro querido felino doméstico.
Las características físicas del gato: el carnet de identidad de su raza
¿Lo acabas de adoptar pero no conoces a sus padres o lo viste en la calle y te fascinaron sus grandes ojos pero no recuerdas dónde los viste antes? Bueno, tanto por curiosidad como para entender cuáles son las principales características del tipo, es importante reconocer la raza de tu gato.
Como ya se mencionó, no es fácil recordar perfectamente todas las razas existentes en la naturaleza y reconocerlas pero algunos rasgos característicos del felino pueden ayudarnos a asociarlo con una raza más que con otra.
En este artículo no daremos espacio a la personalidad o el carácter del gato porque, además de ser una cuestión sumamente subjetiva, también es cierto que con demasiada frecuencia tendemos a generalizar sobre los gatos. Sobre todo, el error más común es comparar su comportamiento y su forma de expresar afecto y amor con el de los perros: son dos animales distintos, con distintos lenguajes y, obviamente, incluso dentro de una misma raza felina puede haber grandes diferencias.
Reconociendo la raza de un gato peludo
Cuando miramos a un gato, la primera característica que ‘llama la atención’ es sin duda el color del pelaje, la longitud del pelo, pero también la presencia o ausencia de ‘motivos’ en su manta peluda.
En cuanto a pelo hay un gato que sin duda destaca sobre los demás y es fácil de reconocer incluso para los menos experimentados: estamos hablando del gato Sphinx o Sphynx, que prácticamente no tiene pelo salvo un pelo fino y muy corto. que cubre la piel.
Un pelaje claro que se vuelve más oscuro en partes del cuerpo, como las patas, la cola y el hocico, puede ser una gran pista para identificar a un siamés. Si el pelo está ahí y además es bastante largo podría ser persa: también prestamos atención a la cola que puede ser un factor muy útil.
Siguiendo con el tema de las razas con cola gruesa y pelo largo, como un Sagrado de Birmania o un Himalaya; si en cambio la cola es corta y suave, similar a un pompón aplicado a la parte final del cuerpo, es casi seguro que Bobtail kuriliano.
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Reconocer la raza de un gato por el hocico y las orejas.
¿Cuánto nos gusta masajear la parte posterior de las orejas y cuánto le gusta a nuestro gato? ¡Mucho! ¿Pero pueden contarnos más sobre su carrera? Por supuesto que sí. Los grandes y alargados, un poco puntiagudos, son casi siempre propios de las razas felinas orientales. Los de los gatos persas, por otro lado, son más pequeños y a menudo se parecen a un triángulo en forma.
El hocico, además del color, puede ser de dos formas: ‘V’ o hocico redondeado. En realidad, es más fácil reconocer a los gatos que tienen un hocico aplanado en forma de «V» que a otros que son comunes a la mayoría de los gatos en la naturaleza (piense en los gatos europeos). Los felinos de hocico aplanado y triangular son de origen exótico, persa o del Himalaya.
Francesca Ciardiello