Cómo mejorar la autoestima de un perro: consejos para enseñarle a Fido a tener confianza en sí mismo

Sí, incluso el perro puede tener autoestima para mejorar: aquí tienes todos los consejos para enseñarle a Fido a tener más confianza en sí mismo.

Cómo mejorar la autoestima de tu perro
(Foto de Adobe Stock)

Levante la mano si nunca pensó, al menos una vez en su vida, que son inadecuados para un rol o una situación determinada. Pero cuando el pensamiento se vuelve crónico, pueden surgir algunos problemas. Y lo mismo ocurre con Fido. Problemas de confianza en uno mismo que no desaparecen por sí solos. Aquí hay algunos pequeños consejos para mejorar la autoestima del perro.

Problemas relacionales

gato obstáculo paso de perro
(Captura de pantalla de video de YouTube)

UN perro sin autoestima es un perro inseguro. Esto se refleja en sus relaciones con quienes forman parte de su entorno de vida. No solo los humanos de su familia, sino también sus otros peludos compañeros de casa, ya sean perros O gatos.

Si el perro sufre de Asociación doméstica con otras mascotas, su salud también puede verse afectada: los problemas de estrés y ansiedad no son infrecuentes en estos casos. La relación de Fido con las personas no debe subestimarse, especialmente con aquellos que no conoce y que vienen a visitarte de vez en cuando.

Un perro que no tiene confianza en sí mismo puede ser inseguro mi de miedo, y por tanto tiende a esconderse o alejarse. Sin embargo, por el contrario, también podía expresar su malestar con formas de agresión, con todas las consecuencias del caso.

Por eso es importante mejorar la autoestima y la confianza en sí mismo del perro.

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Cómo mejorar la autoestima de tu perro

perro de ejercicio
(Foto de Adobe Stock)

El primer enfoque para esto es comprender el nivel de inseguridad de su perro. Cada caso es único y, por tanto, habrá que comprender la causa del trastorno; sin él no será posible llegar a una solución definitiva.

Si el problema es la convivencia entre perro y gato, es necesario intervenir en su relación, buscando un punto de equilibrio que los lleve, si no a socializar, al menos a tolerarse y cada uno a vivir tranquilamente su vida.

La primera reunión es fundamental. El recién llegado se encontrará en un entorno nuevo y desconcertado, en el que puede resultarle difícil adaptarse; el propietario puede estar aguantando a un nuevo compañero de cuarto.

Por eso, de inmediato es necesario asegurarse de que paulatinamente se vayan conociendo, con el truco, por ejemplo, de cerrarlos en dos habitaciones comunicadas y colocar sus respectivos cuencos cerca de la puerta que los separa, para que huelan la presencia del otro.

Preparar espacios separados dentro de la casa dedicados a unos y otros, equipados con todo lo que necesitan (en todos los tazones de comida y agua y basura) es otro paso fundamental. El discurso es similar cuando Fido tiene problemas de relación con otro perro.

Si, por otro lado, Fido tiene poca confianza en sí mismo en la relación con los humanos, el juego será un gran aliado para mejorar la autoestima del perro. Si Fido también es inseguro contigo, entonces será necesario establecer o fortalecer la relación de confianza.

¿Como? Con algunos pequeños ejercicio. Por ejemplo, si el tamaño y el peso lo permiten, puede hacer que se suba a una mesa e invitarlo a saltar a sus brazos; en otras palabras, tener fe en ti.

Se necesitará mucha paciencia y el enfoque correcto, evitemos regañar al perro, porque no entendería y se asustaría. Por el contrario, incitémoslo con comandos dulces, pero a la vez secos (es deseable usar un término muy específico, para estar asociado con el comando).

A la hora de hacer ejercicio para el perro, no olvide nunca ser “asistido” por un sabroso tentempié, que se le dará como recompensa a Fido cada vez que se arroje a sus brazos: esto mejorará su autoestima y su relación.

Si, por el contrario, el problema surge en presencia de otras personas, será necesario mejorar el acercamiento del perro a quienes vienen a visitarte.

También en este caso la importancia del juego para el perro es fundamental para hacerle superar los miedos. En el ejercicio, involucramos a una persona que no pertenece a la unidad familiar (es mejor usar un amigo que viene a visitarlo con frecuencia).

Es bueno tener a Fido atado para evitar una reacción desordenada. Una vez más, el aliado principal será una galleta o un suculento bocadillo, que tu amigo tendrá que obsequiarle cuando Fido haya cumplido correctamente la orden que tú le diste.

Cuando creas que el perro ha ganado suficiente confianza, puedes soltarlo de la correa, para restablecer una situación de normalidad. Repita el ejercicio durante varios días y, si es posible, busque ayuda de varias personas diferentes.

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