Cómo hacer que tu gato se relaje: consejos y sugerencias para no cometer errores
¿Tu gato a veces parece nervioso y no sabes qué hacer? ¡Aquí tienes algunos consejos útiles para poner en práctica para que tu gato se relaje!
Los gatos, ya sabes, llevan una vida muy dura. Pasar del sillón al sofá, del sofá al sillón, jugar durante 10 minutos, hacer la comida, limpiar y luego buscar otra cama cómoda puede ser realmente caro. En serio, el gato puede estar nervioso o agitado en algunos casos. ¡Aquí se explica cómo hacer que se relaje en solo unos pocos pasos!
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A veces, el gato puede estar estresado.
El gato es un animal que sabe disfrutar de la vida. Le encanta dormir (y muchas horas al día), holgazanear y jugar con todo lo que se mueve o encuentra en su camino; sin olvidar, sin embargo, los deberes, como la limpieza, a la que dedica muchas horas al día. En resumen, ¡quién no quiere ser un gato!
Sin embargo, este no es siempre el caso. El gato puede estar estresado, mostrar signos de nerviosismo y, en ocasiones, incluso agresión. Si se trata de estados frecuentes, debemos tomárnoslo muy en serio, porque obviamente el gato tiene molestias. Contactar al veterinario es lo mejor que puede hacer.
Cuando necesite relajarse
Por supuesto, esto no es así siempre. El gato puede sentirse genial, llevar una alimentación sana, vivir en un entorno adecuado y suficientemente estimulante para su naturaleza, pero tener algunos momentos de nerviosismo. Esto es absolutamente normal, no tienes que preocuparte.
¿No tienen también momentos en los que es mejor no hablar entre ellos? Para el gato es exactamente lo mismo. Cuando el gato está de ese humor, es mejor dejarlo solo, o … hacer que se relaje. Veamos cómo.
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Cómo hacer que tu gato se relaje
Bueno, después de esta breve introducción, pasemos a los consejos prácticos. Veamos cómo hacer que el gato se relaje en unos pocos pasos:
- Ambiente tranquilo y pacífico: el gato es un animal muy silencioso. Le encanta moverse sigilosamente, grácil e invisible para los oídos, hasta que lo encontramos frente a nuestros ojos. En consecuencia, ama el silencio. Para empezar a relajarlo entonces, lo primero es crear a su alrededor un ambiente lo más tranquilo posible;
- Acércate naturalmente, delicadamente pero también con decisión. Tu lenguaje corporal no debe mostrar inseguridad, ansiedad u otros estados de ánimo que puedan advertir al gato. Lo mismo puede decirse de la voz. Mantenga un tono de voz bajo, sin variaciones, y háblele al gato con suavidad;
- Si es un poco reacio a acercarse, siempre hay comida para bebés para ayudarte.. Un bocado de carne o uno de sus bocadillos favoritos pronto le ganará la desconfianza de usted o las ganas de no acercarse;
- Una vez que haya establecido el contacto físico, acaricie al gato, acarícielo durante varios minutos mientras le habla, manteniendo siempre un tono de voz bajo y tranquilo;
- Elige el lugar correcto estar con el gato en tus brazos. Lo ideal es el sillón o el sofá;
- Comienza tu masaje personal. Recuerda, al gato le encanta que lo acaricien en la cara y la cabeza, ¡siempre y cuando lo hagas con mucha suavidad!
- En este punto puedes pasar al resto del cuerpo, que es la espalda (evita la barriga del gato, casi nunca se alegra de que le acaricien esta parte del cuerpo);
- Escucha sus versos: el ronroneo confirmará su estado de relajación;
- Tener paciencia: ya sabes, el gato puede dormir horas y horas … ¡podría pasar mucho tiempo antes de que puedas levantarte de la silla!
Antonio Scaramozza