Cómo hacer que tu gato pierda los malos hábitos: aquí tienes algunos consejos útiles

Las mascotas, como nosotros, pueden tener algunos malos hábitos. ¿Cómo hacer que el gato pierda los malos hábitos? ¡Aquí están los consejos de los expertos!

Cómo hacer que tu gato pierda los malos hábitos (Adobe Stock Photo)
Cómo hacer que tu gato pierda los malos hábitos (Adobe Stock Photo)

Se sabe que los gatos son animales libres e independientes, y no les gustan mucho las reglas, mucho menos lo que les imponemos. A veces desarrollan malos hábitos que no son fáciles de romper; pero tampoco es imposible. Solo sigue algunos consejos y ten mucha paciencia. ¡Veamos qué hacer juntos!

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El tiempo es la clave

gatito
Gatito (Foto Pixabay)

En la educación del gato, la edad también importa mucho. Una cosa es adoptar un gatito y enseñarle enseguida lo que puede o no puede hacer, y otra muy distinta es adoptar un gato adulto, que ya tiene unos hábitos arraigados y cuyo estilo de vida será más difícil de cambiar. Sin duda, la primera situación se presentará como más simple.

Independientemente de la edad, el tiempo es importante. Ya sea que se trate de un gatito recién adoptado o un gato adulto, debe dejarle claro de inmediato al recién llegado que ciertas cosas no se hacen. Si convierte un comportamiento en parte de su rutina diaria, será más difícil romper un mal hábito. Y confundirás al gato, que no entenderá por qué el por qué de la prohibición.

Por que lo hace

Gato (Foto Pixabay)
Gato (Foto Pixabay)

La primera pregunta que debes hacerte ante un mal hábito felino es esta: ¿por qué lo hace? Esa será la causa del comportamiento del gato. Una vez que comprenda la razón, será más fácil actuar en consecuencia.

La razón es simple: en la mayoría de los casos, estos son comportamientos completamente naturales para el gato, que obviamente a tus ojos pueden parecer extraños, si no francamente molestos. Si su gato está acostumbrado a rascar muebles, como el sofá, no debes alarmarte ni enojarte con él.

Es un comportamiento absolutamente natural. El gato en la naturaleza necesita cuidarse las uñas y, obviamente, aunque se haya convertido en tu pequeño tigre de salón, tiende a reproducir este hábito. Por lo tanto tendrás que darle una alternativa al sofá, a la mesa o al mueble que prefiera para sus patas… curas. El poste rascador será la solución ideal.

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Ignóralo solo cuando sea necesario

Gato (Foto Pixabay)
Gato (Foto Pixabay)

Ignorar al gato también puede ser una forma «educativa» de castigo. Pero solo debes recurrir a él cuando el gato sea capaz de entenderlo. Por ejemplo, cuando juegan juntos. Los gatos tienden a morderse las manos y los pies mientras juegan, pero algunos pueden exagerar.

En este caso detén el juego e ignóralo es una buena solución, porque el gato podrá entender que fue determinado por su comportamiento, asociando la mordedura con una sensación desagradable. En otros casos, no conviene ignorar al gato. Como en el ejemplo anterior de los arañazos en el sofá. El gato ciertamente no entenderá que lo estás ignorando porque ha arruinado tus muebles.

Las asociaciones son importantes

Cómo hacer que tu gato pierda los malos hábitos
Cómo hacer que tu gato pierda los malos hábitos (Adobe Stock Photo)

El gato tiene una forma diferente de aprender que el perro, y se necesita un enfoque menos… didáctico. Una buena solución es asociar el mal comportamiento con una experiencia negativa. A los gatos no les gusta el agua, ya sabes, y eso puede convertirse en una buena ventaja contra nuestros amados felinos.

Por ejemplo, si mientras rasca tu preciosa mesita de noche (donde no quiere saber sobre el poste rascador), rociarle un poco de agua podría cambiar de opinión. Asociará la experiencia negativa con rayar ese mueble y es probable que no vuelva a hacerlo.

Veterinario conductual

Lleva al gato al veterinario
gato en el veterinario (Adobe Stock Photo)

Estos consejos no siempre son suficientes. Sin duda, es más fácil hacer que un perro pierda los malos hábitos que un gato. Especialmente entonces, cuando se trata de un gato adulto, la situación puede ser más complicada, por las razones explicadas anteriormente.

En tales casos, una buena solución puede ser ponerse en contacto con un veterinario conductual, quien podrá asesorarlo sobre medidas más específicas a tomar para su situación específica.

Antonio Scaramozza