Cómo hablar con el gato: comunicarse correctamente

Establecer comunicación con nuestro gato es fundamental para establecer una buena relación con él, pero para ello es necesario que aprenda un nuevo idioma. ¡Aquí tienes algunos consejos para hablar con el gato!

hablar con el gato
Un gato maullando (Fuente de la foto Pixabay)

Aprender a hablar con tu gato requiere hacer un esfuerzo, ir más allá de las palabras y decidirse por otro modelo de comunicación.

El ser humano suele limitar la percepción de sí mismo y del mundo a los cinco sentidos, sin tener en cuenta a los demás. elementos paraverbales que funcionan en un nivel inconsciente y que puede ser igualmente útil e importante, especialmente para comunicarse con los animales. Este nivel puede incluir, por ejemplo, todas las emociones que comunicamos o asumimos inconscientemente, a través de las expresiones faciales, el tono de la voz, los olores y las posturas corporales.

Es solo este tipo de no comunicación verbal eso viene percibido e interpretado perfectamente de los animales y es en esto que debemos tratar de interactuar con ellos.

Así que intentemos comprender mejor cómo hablar y comunicarnos con nuestro gato.

Habla con el gato

hablar gato miau
Hablar con el gato de inmediato puede ser útil para crear un vínculo de confianza (fuente de la foto Pixabay)

Los gatos aprenden a diario cómo comunicarse con nosotros, incluso a través de palabras: cuanto más les hablemos, más rápido aprenderán.

Un gato es capaz de entender las palabras «por asociación», obviamente sin comprender su significado semántico. Repetir el mismo término cada vez que se realiza una acción concreta ayudará al gato a comprender, según el más clásico de los dioses. Acondicionamiento pavloviano. Por ejemplo, podríamos repetir la palabra «comida para bebés» cada vez que estemos a punto de darle de comer a Kitty, para que con el tiempo aprenda a asociar ese término específico con la hora de la comida.

También es importante acompañar la palabra con un tono de voz adecuado, utilizando uno levemente alto para indicar amabilidad y uno bajo en lugar de transmitir desagrado o agresión.

¿Y cómo nos responden los gatos? Usando su verso típico: el maullido. Al contrario de lo que se podría pensar, maullar no es un comportamiento instintivo de los gatos, que por naturaleza prefieren otras formas de comunicación. El sentido del olfato ayuda mucho al felino en su conocimiento del mundo circundante, pero sobre todo el lenguaje corporal del gato le permite ser entendido y comunicarse de la mejor manera que conoce.

El maullido es por tanto uno forma particular de comunicación que los gatos reservan exclusivamente para nosotros los humanos y con el tiempo han aprendido a emitir maullidos específicos para comunicar diferentes cosas: por ejemplo, si el gato usa un determinado maullido para pedirnos comida y se la proporcionamos, aprenderá a asociar ese tipo de miau a pedido de comida. Micio tendrá la grata sensación de ser comprendido y esto aumentará la confianza en nosotros, mejorando la relación.

La capacidad del gato para comunicarse maullando es una función que por tanto puede ser estimulada y entrenada por nosotros los dueños, ya que se ha demostrado que los dueños más inclinados a hablar con sus gatos, a su vez tienen gatos «conversadores», que maullan mucho. .

Para conocer más sobre los posibles significados interpretativos del maullido de nuestro gato te recomendamos leer el artículo El gato nos ve y maúlla: por eso lo hace.

Cómo entender y ser entendido por el gato

gato entiende la comunicación paraverbal
Un gato en observación (Fuente de la foto Pixabay)

Como hemos dicho, se puede entrenar a los gatos para que comprendan palabras, pero entienden instintivamente todas las señales paraverbales y no paraverbales que los acompañan. Para ello es fundamental crear un ambiente acogedor y estimulante, con expectativas claras y el uso de la comunicación no verbal que pueda fortalecer el vínculo.

Un gato es capaz de:

  • Reconocer emociones y estados de ánimo., mediante el análisis de nuestra postura corporal y expresiones faciales, si estas se asocian a un mismo mensaje con consistencia, claridad y de manera constante
  • Comunica su felicidad, por ejemplo realizando todas sus actividades de forma regular: come sin volcar el bol y sin sacar la comida, marca el territorio al hacerse las uñas, interactúa y juega con nosotros de forma activa y proactiva
  • Transmitir su malestar Para algunas situaciones: lo que a nosotros los dueños nos puede parecer rencoroso, en realidad son formas inmediatas en las que el gato tiene para comunicar molestias o inconvenientes, debemos ser buenos para entender qué está mal y resolver el problema

Algunos consejos útiles para la comunicación

gato de comunicación no verbal
Cómo ayudar al gato a interpretar lo que le comunicamos (Fuente de la foto Pixabay)

El gato por tanto, a su manera, se comunica con nosotros y darle una respuesta facilita y acelera su aprendizaje. Para establecer una buena comunicación y un buen vínculo con nuestro amigo felino, puede ser útil seguir algunos consejos que informamos a continuación.

  • Parpadea lentamente mientras miramos al gato a los ojos es un gesto amistoso, percibido por él como no amenazante: es probable que se acerque en busca de caricias y afecto.
  • Sea consistente, claro y consistente en nuestras intenciones hacia él y en las expresiones que usamos. Si queremos sacarlo, es mejor no acariciarlo, porque este gesto de cariño podría ser interpretado por Micio como una invitación a acercarse y, en consecuencia, podría confundirse cuando intentamos evitarlo de inmediato: es más útil acompañar un gesto de distanciamiento de un expresión verbal, como «después» o «más tarde».
  • Desarrollar un tono de mando cuando el gato hace algo mal. De hecho, no es necesario gritarle ni castigarle: basta con cambiar el tono de voz, quizás con uno más seco y decisivo, que nos sigue siendo natural para poder replicarlo fácilmente en caso de situaciones futuras similares. Esto es suficiente para que el gato comprenda que ha actuado incorrectamente.
  • Acarícialo empezando por el hocico y de dónde terminan los labios: esta es la mejor manera de hacerlo ya que en esa zona hay glándulas que producen las hormonas del bienestar y, al acariciar al gato por todo el cuerpo, puedes esparcir ese olor por todas partes.
  • Abrazarlo sin presionar demasiado, de lo contrario Micio podría interpretar este gesto como agresivo y podría, en respuesta, atacarnos.

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RB

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