Cómo dejar al perro en casa solo sin trauma: aquí están todos los consejos útiles
¿Tienes que dejar a tu perro solo en casa? Aquí están los métodos para acostumbrarlo a la soledad sin estrés y al trauma del abandono.
Incluso y durante unas horas nuestro amigo de cuatro patas puede vivir el momento de la separación como un hecho traumático, bastante difícil de superar. Es importante que el perro no experimenta estar solo en casa como un hecho punitivo en su contra: al ser mascotas, les encanta estar junto a su dueño. Pero hay varias formas de hacer esto separación menos traumática: aquí tienes una serie de consejos útiles para que tu perro se acostumbre a estar solo en casa.
¿Por qué la ausencia causa pánico?
Cuando perdemos de vista a nuestro perro en un espacio abierto y entre la multitud, la primera sensación que experimentamos es sin duda la pánico. No tener un ojo en el ser querido o animal hace que este sentimiento de miedo brote en nosotros. Pero entonces, ¿por qué sorprenderse si el perro está aterrorizado de no vernos más en casa? Más aún si nos escapamos, sin ser vistos: de repente nuestro Fido ya no nos verá en casa y pensará con razón que algo puede habernos pasado.
Nuestra actitud cuando nos vamos
El hecho de dejarlo solo debe ser vivido por ambos como un hecho natural, no punitivo, que puede repetirse a lo largo del día. La culpa es nuestra si le transmitimos ansiedad al perro: él, que nos conoce perfectamente, notará nuestra actitud antinatural y empezará a inquietarse. Así que estar tranquilo es la primera regla para dejar a un perro solo.
Vete sin ansiedad por separación
Una vez que la puerta se cierra detrás de nosotros, mil dudas vienen a la mente: ¿qué está haciendo? ¿Estará aburrido? ¿Me necesitará? La respuesta es sí. A los perros les encanta la compañía y ciertamente no les gusta no encontrar a alguien que pueda jugar con ellos. Depende de nosotros no ser los primeros en mostrar la ansiedad por separación que experimentamos cuando salimos de casa.
Calma y naturalidad
Cuando es imprescindible dejarlos en casa, es importante para nosotros y para ellos vivirlo de forma normal. De hecho, somos los primeros en vivir mal estas horas que nos separan de volver a ver a nuestro Fido. Mantenemos la calma y nos vamos con actitud natural, sin mostrar tristeza, o peor, nuestro sentimiento de culpa. No es una elección dejarlo solo en casa: a menudo es una necesidad de la que no podemos librarnos.
Acostumbra al perro a ser autónomo
A menudo sucede que el perro nos sigue a todos lados, quizás incluso en momentos de intimidad en el baño: es fundamental que nuestro Fido se acostumbre a separarse y dejarnos solos. Nuestra actitud ‘distante’ lo ayudará tomar conciencia de sí mismo y de su autonomía, y será más fácil para él no tener a su ‘líder de manada’ en casa todo el día.
Consistencia y corazón duro
Incluso si lo escuchamos llorar y gemir con gritos desesperados, tenemos que prepararnos y No vuelvas. Es importante que el perro entienda que no es su gemido lo que te trae de vuelta a él: podría usarlo en el futuro como arma para conseguir lo que quiere.
¿Aperitivos y mimos? No, gracias
De la misma forma, no se recomienda premiarlo a nuestro regreso con un refrigerio que tanto le guste: esto le haría experimentar el desapego como evento negativo para ser ‘llenado’ de dulces y mimos. Si nos sentimos culpables por haberlo dejado solo y tratamos de ‘ser perdonados’ de esta forma, nuestro perro lo sentirá y vivirá el desapego de una forma siempre traumática. Debemos esforzarnos por haz que todo luzca lo más normal posible.
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Cómo salir de casa cuando salimos
Tenemos que salir pero ¿cómo podemos salir de casa para que el perro no sufra demasiado cuando estamos fuera? No es cuestión de detalles: son elementos importantes que nuestro perro apreciará con seguridad. Y nos costará un poco más de atención, para que nuestra casa no se convierte en una jaula de la cual no podrá salir.
Luces y espacios
Cuando salimos de casa no debemos dejar las puertas y ventanas de las habitaciones cerradas: además de la puerta de entrada, el resto de habitaciones deben permanecer abiertas y permitir la entrada de luz solar por las ventanas. De lo contrario, el perro puede sentirse enjaulado y desarrollar una especie de ansiedad claustrofóbica.
El clima
Los perros tienen la percepción del tiempo pero no como nosotros lo entendemos: estar solos unos minutos puede durar un tiempo indefinido. Por eso es completamente normal que, después de volver a casa pasados diez minutos, veamos al perro comunicándonos felicidad y corriendo hacia nosotros con grandes saltos y fiestas. Es una excelente idea acostumbrarlo gradualmente a períodos de ausencia gradualmente más largos hasta un máximo de 2-3 horas.
Juegos y pasatiempos
Para evitar que el perro se aburra o destroce todo en la casa, podemos dejarle en casa montones de juguetes adecuados para él con los que se distraerá mientras estemos fuera. Es fácil que el perro, aburriéndose, duerma la mayor parte del tiempo, pero si encuentra objetos con los que dedicar el tiempo será mucho menos pesado. Puede ser una buena idea compra algunos juegos nuevos, para que pueda estar intrigado. Esos son ideales ‘juegos-escondite’ que contienen un premio, normalmente una merienda, en su interior: tardará más que otros juegos en descubrir la sorpresa.
Tv y radio encendidas
El silencio no es un buen amigo durante las horas de ausencia. Dejamos la televisión y la radio encendidas para que el perro no salte al primer ruido y siempre tenga una especie de ‘compañía’ artificial. Todo lo que pueda ‘llenar’ nuestras horas de ausencia será bienvenido por nuestro Fido: lo importante es que sienta lo mínimo posible.
Visitas de control
Especialmente cuando sabemos que estamos a más de 2-3 horas fuera de casa, es una buena idea pedirle a un conocido que visite a nuestro perro. Es fundamental que sea una persona que ya conoce, de lo contrario podría empezar a ladrar creyendo que es un atacante.
Si estas precauciones no son suficientes, la única solución es la de contactar a un veterinario o etólogo, que puede encontrar una solución a la ansiedad de separación de nuestro pequeño amigo de cuatro patas.
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FC