Collar antiladridos para perros

Esta herramienta es muy útil cuando quieres educar o entrenar a un perro sordoDe hecho, gracias a la vibración podemos llamar la atención del perro para darle órdenes o enseñarle los principios básicos de la obediencia. Sin embargo, también existe otro modo que emite descargas eléctricas cuando el perro ladra o sale del perímetro, de forma automática. Además, el aparato ortopédico también puede solicitar manualmente una descarga para corregir un problema de conducta.

pero como funciona? Esta herramienta utiliza un castigo positivo, es decir, causa un sentimiento adverso cuando el perro realiza una determinada conducta, con el objetivo de disuadirlo de repetirla. También utiliza el reforzamiento negativo, esto significa que esta sensación molesta se repite mientras el perro continúe repitiendo el comportamiento incorrecto. Hay que decir que ambas técnicas basadas en el condicionamiento clásico no se consideran adecuadas a los cánones de la educación positiva, además pueden dar ciertos problemas, que discutiremos en el siguiente párrafo.

Varios países han regulado o restringido el uso de collares eléctricos para perros debido a que varios estudios han resaltado los siguientes problemas para el bienestar del perro:

• No, es posible ajustar la intensidad: el grado de humedad, el tipo de cabello y los diferentes niveles de grasa cambian la intensidad del collar. Si la intensidad es demasiado alta puede provocar dolor, miedo, fobias o reacciones agresivas. Por el contrario, si la intensidad es baja, puede provocar adicción. En este caso, el perro se acostumbrará a la molestia y el comportamiento no deseado continuará.
• El estrés puede hacer que su perro no aprenda: cuando un perro experimenta altos niveles de estrés y ansiedad, no puede aprender correctamente. También es probable que este estado se vuelva crónico. El perro sigue siendo más vulnerable a sufrir problemas de conducta. Entre estos, por ejemplo, los estereotipos y la inhibición.
• Pueden producir asociaciones incorrectas: el objetivo de esta herramienta es asociar un sentimiento desagradable con la conducta negativa que se está realizando. Especialmente cuando el tiempo no es el adecuado, el perro puede asociar el estímulo eléctrico con cualquier otra cosa, incluida la presencia del aparato ortopédico. Precisamente por este motivo, un dueño sin experiencia puede ocasionar graves problemas en el perro. Existe riesgo de miedos, fobias y agresiones.
• El riesgo de abuso es muy alto: la educación y la formación son procesos que requieren mucha paciencia y tiempo, y muchos propietarios tienen momentos de frustración. Precisamente por eso podrían abusar de la herramienta.
• Provoca problemas de salud: el collar antiladridos provoca la aparición de determinadas reacciones fisiológicas, como un aumento excesivo de la salivación o de la frecuencia cardíaca, que pueden llevar a un estado de shock. En casos severos también se pueden generar quemaduras que degeneran en necrosis de la piel.
• Afecta el vínculo emocional entre perro y tutor: en comparación con otros métodos, el uso de castigos positivos y reforzamientos negativos disminuyen la calidad de la relación entre perro y dueño, y también favorecen la posible aparición de problemas de conducta.
• No existen estudios que certifiquen su efectividad: en comparación con otras técnicas de entrenamiento más suaves con el perro, que prefieren el refuerzo positivo (premiar al perro ante un comportamiento correcto) y el castigo negativo (eliminar un estímulo agradable tras un comportamiento incorrecto), el uso del collar eléctrico no es tan eficaz.

Muchas personas piensan que con el collar eléctrico pueden solucionar fácilmente un problema de comportamiento, sin ser conscientes de que el uso de esta herramienta puede provocar nuevos problemas de comportamiento en el animal.

Además, la causa de los ladridos no se comprende de esta manera.

Debemos considerar el ladrido como una de las formas de comunicación del perro, además no todos las formas de ladrar Quieren decir lo mismo. En algunos casos pueden significar alertar sobre la presencia de extraños, o la soledad cuando están solos, como una forma de expresar ansiedad. Para resolver este problema, primero debe comprender porque el perro ladra, cuál es la razón desencadenante.

En estos casos es recomendable contactar con un especialista, como un etólogo veterinario (especializado en comportamiento animal), que te ayudará a comprender la causa, y te ofrecerá soluciones con sesiones dirigidas a cambiar el comportamiento del animal. Tampoco debe seguir pautas que no estén diseñadas específicamente para su perro, ya que podrían ser contraproducentes.

Mientras espera la visita al especialista en comportamiento, puede leer nuestro artículo sobre ‘consejos básicos para evitar que el perro ladre. También puedes intentar mejorar la vida del perro: aumentar el tiempo de caminata, trabajar en ejercicios básicos de obediencia, estimular al perro física y mentalmente.

Para concluir, enumeramos algunas técnicas para evitar los ladridos que son peligrosas y deben evitarse, como:

• Uso del castigo fisico: algunas personas recurren al castigo físico para dejar de ladrar. Se trata de castigos positivos que pueden generar fobias, miedos y estrés, con aumento de la agresión y rompiendo el vínculo emocional con el tutor.
• Uso del bozal en casa.: el bozal es una herramienta que no debe usarse durante más de 60 minutos en perros que ya están acostumbrados a usarlo. Además de molestar al perro, no resuelve el problema por lo que conviene evitarlo.
• Operación en las cuerdas vocales: este procedimiento quirúrgico consiste en extirpar parte del tejido de las cuerdas vocales del perro. Cuando el perro se recupere de la cirugía, sus ladridos serán mucho menos ruidosos, porque tendrá menos tejido disponible para crear las vibraciones acústicas. Sin embargo, de esta forma podemos ocasionar problemas de comportamiento al perro y además no se ha resuelto la causa de los ladridos. Finalmente, estas operaciones pueden causar problemas de salud.

Para concluir, desde la redacción de AnimalPedia recomendamos en estos casos contactar con uno especialista para comprender la causa desencadenante de los ladridos y luego poder tratarla a través de ejercicios dirigidos, con un camino de trabajo con el perro. Será un proceso que requiere tiempo y paciencia, e incluso dinero, pero será lo más eficaz a largo plazo.

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