Casación: el perro no se puede dejar desatendido en el jardín
Muchos perros se quedan solos en el jardín o en tierra, lejos de casa, a menudo desatendidos, encadenados toda su vida, sin una pizca de atención.
Sin embargo, una sentencia del Tribunal de Casación ha establecido que a partir de hoy ya no se permitirá dejar al perro abandonado en el jardín o fuera de casa.
De hecho, un ciudadano de Thiene fue condenado a pagar 2.000 euros más las costas judiciales por dejar al perro, un pastor alemán, en el jardín, sin prestar atención al animal.
Los jueces argumentaron que el hombre es culpable no solo de abandonar al perro fuera de casa, sino de dejarlo en malas condiciones, provocando sufrimiento al animal. Los testigos informaron que el pobre pastor alemán cuando lo encontraron no estaba parado sobre sus patas, estaba cubierto de sangre, tenía infecciones de oído y úlceras por presión en el estómago.
Por su parte, el dueño se defendió alegando que, al no ser veterinario, no se había dado cuenta de que el perro estaba enfermo.
Afortunadamente, las palabras del hombre fueron inútiles, ya que la Corte Suprema no solo acusó al hombre de abandono sino también de «falta de atención y asistencia, por un comportamiento de negligencia negligente», destacando que el propietario no Nunca tuve la oportunidad de quedarme con el perro.
El delito de abandono de animales, según la Corte Suprema, se comete «no solo con conductas que ofenden el sentimiento común de piedad y mansedumbre hacia los animales por su manifiesta crueldad, sino también las conductas que afectan su sensibilidad psicofísica, dándoles dolor y aflicción ”.
Es decir, a partir de hoy el delito de abandono ya no será solo el de salir en la carretera, en el auto bajo el sol sino también evaluado en base a la ausencia de atención y conducta que afecte la sensibilidad psico-física de los animales, provocando aflicción y sensación de abandono. .
La sentencia podría despertar cierta perplejidad para quienes quizás no sean tan sensibles al tema de los derechos de los animales, resaltando las repercusiones incluso en situaciones en las que el perro, a pesar de estar en el jardín, es seguido por los dueños.
Sin embargo, desde un punto de vista ético y insistiendo en la cuestión, tiene sentido respetar al ser vivo, su carácter sociable y sobre todo sus sentimientos por lo que cada caso debe estar bien pensado, pero lo que importa, en estos casos, es el bienestar de los animales.