Brillo en las partes íntimas de los perros: cuando se viola la dignidad
No es de extrañar si por un lado personajes que como Kim Kardashian implantaron testículos artificiales a su perro y por otro lado están los que disfrutan lanzando modas desmesuradas en el ámbito de la peluquería canina.
Desde el corte geométrico del perro hasta los extravagantes colores del pelaje del perro, la misma ciencia parece respaldar la locura humana con investigaciones destinadas a crear razas de perros híbridas con pelajes de animales salvajes como los tigres.
Ahora parece que no hay límites ni medidas. La frontera de la moralidad se empuja cada vez más lejos, llegando a aberraciones reales con las que violar la dignidad de cualquier ser vivo.
Este es el caso de la última tendencia de 2019, lanzada en las páginas sociales dedicadas a los peluqueros como «Groomery Foolery» para la que las partes íntimas de los perros se cubren de purpurina.
Si por un lado los gremios se toman distancia, al mismo tiempo aseguran que se trata de una purpurina natural a base de maíz, por tanto comestible y no tóxica.
La polémica en la red es inmediata, por lo que muchos condenan a los peluqueros hablando de maltrato animal.
Jordan Burns, un peluquero y criador profesional de Kentucky, entrevistado por la revista Personas reveló que fue un intercambio entre amigos profesionales y que el perro de la fotografía, un hermoso caniche, era su perro. Burns aseguró que el brillo de ninguna manera molestaba a su perro y que era solo una broma entre peluqueros y que ninguno de ellos ofrecería este servicio a los clientes.
“Fue una broma y un rumor entre amigos y no una tendencia que quisiéramos lanzar”, concluyó Burns.
Sea o no una broma, o una forma oculta de ver si el brillo en las partes privadas puede complacer al público, la reacción fue unánime. La mayoría de los usuarios dejaron comentarios desdeñosos, lo que generó un debate en línea.