Branco da la bienvenida a un cachorro huérfano: las imágenes en movimiento

El Elephant Nature Park es una reserva santuario en Tailandia que pasó a primer plano gracias a las hazañas de un hombre, Darrick, que fácilmente podríamos apodar «el hombre que susurra a los elefantes». Muchos ejemplares alojados en el santuario se han salvado de condiciones extremas de maltrato o hay varios cachorros, cuya madre fue asesinada por cazadores furtivos. Una triste realidad que cada año afecta a miles de elefantes asiáticos y africanos, buscados por su marfil. Darrick es un personaje extraordinario que podríamos decir que conoce el idioma de los elefantes y el año pasado sorprendió a todos con la vínculo que creó con un espécimen joven llamado Kham Lha que dondequiera que esté, tan pronto como oye la llamada de su amigo humano, corre hacia él o en su ayuda.

Recientemente, enParque natural de elefantes un nuevo cachorro ha aterrizado, ha quedado huérfano, llamado Doc Geaw, alrededor de dos años. Un pequeño ejemplar perdido y desorientado que afortunadamente fue rescatado por los guardias ambientales locales, previendo trasladarlo a la reserva donde el cachorro con el tiempo podrá crecer fácilmente y encontrar una familia.

La reserva compartió un video en youtube a fines de mayo, visto por más de dos millones y medio de personas en todo el mundo en el que documenta la llegada del bebé. Doc Geaw en el centro. El espécimen se colocó en un área separada y protegida donde se puede tranquilizar y colocar en el hábitat y estar a salvo con las personas.

No fueron solo los miembros del personal del santuario quienes dieron la bienvenida al cachorro. Tan pronto como la manada de elefantes notó su presencia. En el video se puede ver claramente la manada de paquidermos, entre adultos y cachorros, que, en la distancia, comienza a moverse y, de la mano, acelera el paso, hasta comenzar a correr hacia el lugar donde Doc Geaw estaba vigilado.

La llegada cerca del pequeño huérfano es realmente conmovedora y entre las llamadas, ciertamente no podemos permanecer indiferentes a la ternura con la que los ejemplares de la manada, con su trompa, tocan al cachorro, atraviesan la barandilla y lo acarician suavemente para darse a conocer y darle la bienvenida.