Bebé delfín atrapado en una red de pesca

delfino
@ Facebook / Channel Islands Marine & Wildlife Institute (CIMWI)

Contaminación Dioses grande y de océanos es una triste realidad de la que son víctimas millones de animales marinos. La misma organización Paz verde, a finales de agosto, dio a conocer los datos de un informe sobre las repercusiones de desperdicios plásticos que terminan en el agua, como botellas, envases o redes, destacando que es un problema en crecimiento exponencial, pidiendo una pronta intervención del gobierno. No es sorprendente que recientemente una empresa de cerveza artesanal ha decidido lanzar al mercado un envase biodegradable que también se convierte en alimento para peces sin contaminar los mares.

En este escenario, muchos animales no solo ingieren micro-fragmentos de plástico, sino que quedan muchos especímenes. enredado en redes o embalajes, condenado a una muerte lenta. En casos raros, algunas muestras se guardan antes de que sea demasiado tarde. Este es el caso de un cachorro de delfín, encajado en una red de pesaje, visto por un hombre remando en la costa de santa Bárbara en California.

El testigo denunció inmediatamente el caso al Channel Islands Marine & Wildlife Institute (PECADO), informando que el pobre animal estaba rodeado de dos ejemplares adultos, probablemente los padres que tendrían vigiló al cachorro durante varios días, sin dejarlo nunca.

Los expertos intervinieron in situ con un veterinario, consiguieron localizar a la cría del delfín, la redujeron al extremo y evaluaron las formas en las que intervenir para no generar molestias al animal y sobre todo evitar separarlo de los padres.

«Su cuerpo estaba completamente envuelto desde la boca, desde las aletas hasta la cola y la red impedía que el cachorro nadara», dijeron los biólogos marinos del CIMWI.

El ejemplar de dos meses fue recuperado por rescatistas que lograron retirar la red, evaluando con el veterinario la extensión de las lesiones y la posibilidad de reinsertar al cachorro en el agua para no separarlo de los padres.

Después de la cirugía, cuando el cachorro fue colocado en el agua, los biólogos dijeron que «él ya sabía qué hacer: inmediatamente nadó hacia sus padres, llegando a la manada».