Arturo: muere a los 31 años, el último oso polar en cautiverio en el Zoológico de Mendoza
En el último año, el tema de la explotación de animales para el entretenimiento ha pasado a primer plano en las campañas de bienestar animal. Además de las condiciones que violan el bienestar animal en los circos, también existe la condición en que muchas especies se mantienen en zoológicos. En este contexto, las estructuras acogen ejemplares en cautividad, con determinadas normativas que apuntan a la preservación de la especie, aplicando matanzas selectivas para controlar la sobrepoblación y la mezcla genética. Por eso vienen todos los años 5 mil animales muertos en zoológicos Europeos; métodos en contradicción con la idea de preservación y conservación de la especie.
Pero el panorama de los zoológicos alrededor del mundo presenta otras paradojas, como el hecho de que los animales estén constantemente expuestos al público, sin respetar las necesidades de las especies en su hábitat natural. Casos como el triste orangután expuesto continuamente a los flashes de las cámaras o la conocida foto deoso burlado por los niños en su foso en el zoológico.
Animales abandonados al público, que desarrollan neurosis y formas depresivas. Los zoológicos privados que a menudo no tienen fondos para alimentar a los animales hambrientos, como en caso reciente de un zoológico de Beijing.
Casos que invitan a reflexionar, como por último, la muerte del oso polar llamado Arturo, llegó al zoológico a los 8 años, murió el pasado 3 de julio a los 31 años a zoológico de mendoza en argentina lo que generó una fuerte controversia. De hecho, los activistas por los derechos de los animales habían pedido tiempo atrás su traslado, también a través de una petición que había recogido medio millón de firmas, para llevarlo a Canadá. Sin embargo, hace dos años las autoridades negaron su traslado debido al estado de salud del oso polar.
El pobre espécimen había llegado al zoológico a la edad de 8 años. La polémica es que en los últimos meses han muerto unos sesenta animales debido a las condiciones en las que estaban detenidos. Incluso si para Arturo se trataba de una edad avanzada.
La historia de Arturo es emblemática y recién en los últimos días la ciudad de Buenos Aires cerró el zoológico a los visitantes para transformar el área en una reserva natural, trasladando a los animales a lugares más adecuados, en la naturaleza en su hábitat o en más santuarios. adecuado. Cada vez más zoológicos buscan alternativas a la detención de especies silvestres y protegidas, apuntando a caminos virtuales, aprovechando las últimas innovaciones tecnológicas en el campo, como los hologramas.
Grupos de derechos de los animales como el Página de Facebook dedicada a Arturo reservaron un homenaje a Arturo, compartiendo el video subido en youtube – que preferimos no mostrar – de Arturo muerto en su jaula en el zoológico, con un mensaje conmovedor: “Arturo está muerto, Arturo ya está libre”.
Las imágenes del video con el cuerpo del oso sin vida, detrás de los barrotes de la jaula, ofrecen la visión del horror vivido por ese animal, nacido para ser libre en las extensiones de hielo, condenado por el hombre a vivir en países con temperaturas. más suave, sobre el asfalto de un área restringida, solo para ser mostrada al público, como lo demuestra la organización Polar Bear International que trata sobre la protección de los osos polares, que había denunciado en varias ocasiones que Arturo fue detenido en condiciones no adecuadas a su especie.