Amigos de toda la vida todos esconden el mismo secreto: un pasado para olvidar
Estos bebés peludos han sido amigos toda la vida pero esconden el mismo secreto: cada uno de ellos tiene un pasado que olvidar.
Es una historia realmente conmovedora de Cooper, Trixi y Bruno. Los tres peludos, abandonados y acostumbrados a vivir como callejeros, pasaban sus días juntos en un vertedero. Cada uno de ellos, tras el hallazgo fortuito realizado por un equipo de voluntarios del «Ruff Start Rescue», tuvo que someterse a la amputación de una pierna para poder sobrevivir.
Los amigos de toda la vida Cooper, Trixi y Bruno esconden el mismo secreto: un pasado para olvidar.
La imagen que los captura acurrucados, acostados en un viejo colchón en desuso. en el vertedero de Minnesota, donde fueron encontrados- pronto se convirtió, en las redes sociales, en el conmovedor símbolo de su amistad indisoluble. Un testimonio de cómo, incluso en una situación de absoluta precariedad y sin refugio real de las heladas invernales, los tres nunca habrían perdido la esperanza de ser rescatados.
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La difícil situación de los tres bebés peludos ha sufrido un importante punto de inflexión cuando unos voluntarios de la asociación, dedicados a la recuperación de animales en dificultad, descubrieron su atípico refugio y pronto decidieron darles una segunda oportunidad.
Si por Trixi y Bruno la operación de rescate habría resultado inmediato, ya que ninguno de los dos habría ofrecido resistencia al compromiso de los voluntarios, el enfoque de Cooper resultó mucho más difícil. Este último perrito, probablemente intimidado por la idea de separarse momentáneamente de sus dos amigos, tanto como se alejó del lugar que había sido durante mucho tiempo un “la seguridad” – habría hecho de su recuperación una operación más difícil.
Sin embargo, los miembros de la asociación no se dieron por vencidos ante la primera dificultad. Y, tras haber transportado a Trixi y Bruno a su estructura-refugio, para que se sometieran a los controles veterinarios necesarios, volvieron al lugar en los días siguientes, logrando finalmente convencer al peludo de que confiara en ellos.
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Los controles revelaron la necesidad de amputarle una de sus extremidades. Después de la operación, los tres furbabies iniciaron un proceso de rehabilitación específico que culminó con su adopción por personas ajenas. Un año después de su feliz adopción, en distintas familias, Cooper, Trixi y Bruno se han unido para rodar una nueva fotografía grupo, en el que parece que para cada uno -al menos en lo que se refiere a su vínculo- el tiempo nunca ha pasado.