Alzheimer en gatos: lo que hay que saber sobre la enfermedad degenerativa felina

Desafortunadamente, incluso nuestros amigos de cuatro patas pueden verse afectados por enfermedades degenerativas: el Alzheimer en los gatos es un ejemplo.

Gatito Alzheimer (Foto Adobe Stock)
(Foto de Adobe Stock)

Las enfermedades degenerativas no solo afectan a los humanos, sino también a nuestros amigos de cuatro patas. Entre ellos, uno de los más conocidos y a la vez común, especialmente entre las personas mayores, es elAlzheimer, que también puede afectar gato. Averigüemos juntos cuáles son los síntomas que presenta el felino afectado por la enfermedad, y qué remedios para paliar las dolencias.

El descubrimiento del Alzheimer en gatos

enfermedad degenerativa del gato
(Foto Pixabay)

los enfermedades degenerativas afectan el sistema nervioso de los seres vivos; en particular, atacan las células del sistema nervioso hasta el punto de su destrucción, provocando una alteración irreversible del equilibrio del organismo.

Entre las diversas patologías degenerativas también incluimos lasAlzheimer, que afecta a personas mayores (después de todo, es la primera causa de demencia senil); en los seres humanos, el inicio temprano de la enfermedad ocurre alrededor de los 50 años de edad.

Desafortunadamente, el Alzheimer también puede afectar a los gatos. El descubrimiento es relativamente reciente y es el resultado de un estudio científico, realizado por un equipo veterinario japonés y publicado en la revista. Más uno. Los resultados son el resultado de una investigación en varios gatos salvajes, cuyos cuerpos, después de la muerte, fueron analizados.

Catorce de los ejemplares presentaban, en algunos tejidos, la proteina NFT, que se asocia precisamente con el Alzheimer.

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Los síntomas de la enfermedad.

gato con demencia senil
(Foto Pixabay)

Indudablemente l’Alzheimer es capaz de golpear, más aún, también el Gato domestico; por otro lado, la vida en el interior de los hogares determina, fuerza de juego, un aumento de su duración media, y por tanto también la posibilidad de desarrollar patología degenerativa, con mayor probabilidad.

Uno de los síntomas Un clásico es la pérdida de memoria: un síntoma que es muy evidente en el ser humano, pero que en el felino es difícil de detectar, al menos en la etapa inicial de la enfermedad. Sin embargo, la pérdida de memoria, en un estadio avanzado de la enfermedad, no permite que el animal lleve a cabo su vida normal, al menos sin ayuda.

No podrá realizar las funciones diarias que le dicta su naturaleza: por ejemplo, si padece Alzheimer, probablemente el gato ya no podrá lavarse. La confusión es otro síntoma típico de la patología: el gato parece desorientado e inseguro en su territorio.

La razón es bastante simple: lo más probable es que el animal no recuerde dónde está colocado el cuenco de agua, el cuenco de comida, o probablemente no reconozca el lugar donde está. Los sentidos también se debilitan, como el oído. Durante la noche la incomodidad, en caso de que el gato sea incapaz de reconocer su entorno, podría ser mayor.

Desafortunadamente no existe cura para enfermedades degenerativas: solo puedes ayudar al organismo del gato a ralentizar, en la medida de lo posible, el empeoramiento de los síntomas de la enfermedad. Para ello, se utiliza la terapia farmacológica, que por tanto es solidaria y conservadora al mismo tiempo.

Por otro lado, el Alzheimer, como cualquier otra causa que dé lugar a la demencia senil en los gatos, es imparable. Además del tratamiento farmacológico, se requerirá un papel más activo y una mayor atención por parte del propietario.

El gato debe mantenerse bajo control, o en cualquier caso dentro de un ambiente cerrado. Ya no puede salir solo: podría perderse sin poder regresar a casa, así como también podría correr otros peligros debido a la confusión.

Es muy importante pasar tiempo con él y mantener su cerebro siempre activo, con juegos y nuevos estímulosEsto ayudará enormemente a ralentizar el curso de la enfermedad. En los casos en los que la patología se encuentre en un estado más avanzado (por ejemplo cuando el gato ya no se lava) también debemos cuidar su higiene, actividad que normalmente realiza por sí solo y a la que dedica muchas horas de su día.

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Antonio Scaramozza