Adoptar un Bullmastiff: pros, contras y dueño ideal

Aspectos que lo convierten en el mejor perro para nosotros y otros que sugieren todo lo contrario: pros y contras a conocer antes de adoptar un Bullmastiff.

Debido Bullmastiff
(Foto AdobeStock)

¿Cómo entendemos si un amigo de cuatro patas es el que mejor se adapta a nuestras necesidades? En realidad deberíamos convivir con ello pero antes de acoger a uno en casa conviene conocer los pros y los contras deadoptar un bullmastiff: esto es lo que debemos saber y también algunas indicaciones útiles sobre el propietario ideal para esta raza.

Adoptar un Bullmastiff: 5 ventajas irresistibles

¿Te gustan los perros grandes y grandes que esconden un corazón tierno y tierno? Entonces esta podría ser solo una de las muchas razones que podrían convencernos de adoptar un Bullmastiff y no un ejemplar de otra raza: ¡conozcámoslos a todos!

Alimentando al Bullmastiff
(Foto AdobeStock)

Un gigante gentil

Aquellos que esperan de él amor y protección no se sentirán decepcionados en absoluto: esta raza, de apariencia tan imponente, en realidad se esconde una fuerte sensibilidad y un fuerte deseo de dar amor a todos los miembros de su familia, especialmente a su amo.

nunca se cansa de jugar

¿Un compañero de juegos que, llegado el caso, sea también un canguro perfecto para nuestros hijos? Parece que este perro cumple ambas tareas: de hecho, es perfectamente consciente de su tamaño y sabe cómo ‘comportarse’ cuando está en contacto con pequeños humanos, especialmente cuando estos quieren jugar.

No solo un guardián

Relegarle solo al papel de perro guardián sería realmente injusto para un perro como este: será capaz no solo de proteger a su familia y su hogar sino también de hacernos compañía cuando no tengamos ganas de salir a jugar. Sus principales cualidades son sin duda la inteligencia, una gran receptividad a las órdenes pero también, y sobre todo, una marcada sensibilidad para comprender el estado de ánimo y el estado de ánimo de quienes viven a su lado.

Nunca ladra sin razón.

No es un perro que va a causar problemas en un contexto familiar de condominio (si tiene suficiente espacio para moverse, dado su tamaño), ya que casi nunca ladra. Las contadas ocasiones en las que oiremos su ‘voz’ estarán vinculadas al acercamiento de lo que, a su juicio, supone un peligro para la familia. Por lo general, no necesita ladrar ni gruñir: solo necesita que lo vean para infundir miedo a los malos.

Pocas curas (¡pero sin descuidarla!)

El cuidado del pelaje del Bullmastiff no es nada exigente, ya que tiene un pelaje duro y corto, bien adherido a la piel: el riesgo de nudos es inexistente y el desprendimiento también es muy moderado. Además, no necesita realizar tanta actividad física que, en caso de ser excesiva, podría dañar sus articulaciones: en definitiva, parece ideal para un dueño algo perezoso.

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