Perro y humedad: los daños y posibles molestias a nuestro cuadrúpedo
¿La humedad es mala para el perro? ¿Cuáles son las posibles desventajas para tu salud y cómo preservarla? Todo lo que necesita saber sobre perros y humedad y cómo evitar riesgos.
Las temperaturas frías no solo son peligrosas para el frío sino también para el porcentaje de humedad en el aire. ¿Cuáles son las posibles consecuencias en la salud de nuestro querido amigo de cuatro patas, cómo podemos preservar huesos y articulaciones antes de que sea demasiado tarde? Todo lo que necesita saber sobre la difícil relación entre perro y humedad y cómo lidiar con las temperaturas más frías.
Fido no soporta el frío: depende del perro
Las bajas temperaturas y los cambios repentinos y repentinos del clima no son buenos para nadie, ni para los humanos ni para nuestros amigos animales. Pero es igualmente cierto que no todo el mundo reacciona (y sufre) el resfriado de la misma forma. Son muchas las variables que inciden en esta relación: el cabello, la edad, el estado de salud y también la capacidad y puntualidad del dueño para entender que Fido está sufriendo y ayudarlo.
Normalmente un pelo muy corto o ausente hace que el perro sienta más el frío, porque naturalmente la piel aparece más expuesta y menos cubierta. Incluso un físico debilitado, una dieta inadecuada y poco nutritiva pueden ser perjudiciales para su salud a largo plazo. Por no hablar de la edad de Fido que ciertamente afecta: el perro anciano de hecho tiende a sufrir más las bajas temperaturas y tiene más riesgo de fiebre y gripe.
Depende de nosotros los dueños entender cuando el perro está enfermo tanto a través del lenguaje no verbal de su cuerpo, como a través de algunas señales físicas como: piel irritada, almohadillas rojas, nariz seca y patas frías.
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Perro y humedad: daños e inconvenientes.
¿Dejamos que el perro durmiera en el jardín o lo llevamos a pasear incluso cuando el clima no auguraba nada bueno? Ahora tendremos que afrontar las consecuencias de la humedad en su salud: los daños y las molestias también se pueden ver con el tiempo y no de forma inmediata pero es bueno reconocerlos para poder actuar.
Los primeros en ‘sufrir’ son obviamente el cuerpo y los huesos de Fido; podemos notar los primeros síntomas de fiebre, dolores musculares y óseos pero también los signos de un choque termal.
Cuando las articulaciones estén debilitadas, notaremos que el perro se mueve y se mueve con dificultad, quizás cojeando o tendrá tendencia a quedarse quieto. Evidentemente, su estado de ánimo tampoco será el mejor: podría estar fácilmente irritable e incluso agresivo, también porque no podrá dormir bien a causa del dolor.
Remedios y consejos contra la humedad para el perro
A veces también puede ser una cuestión de costumbre: los humanos tendremos que ser buenos para no dejar que el perro salga de una habitación calurosa afuera. Es mejor aprovechar las horas de sol, aunque cálidas, para dar un paseo y luego regresar a casa con el calor. Evidentemente no se recomienda dejar que el perro duerma al aire libre; ¡al menos podríamos equiparlo con una perrera o una cama en la entrada!
Además, existen numerosas prendas en el mercado para combatir la lluvia, el frío y la humedad: también son excelentes para proteger las piernas que, si se exponen demasiado al frío, pueden irritarse y las almohadillas se rompen y rajan.
Incluso su perrera debe ser más impermeable al frío y la lluvia, quizás incluso colocando bolsas de agua caliente en su interior que calientan el ambiente; sin olvidar su dieta que en invierno debe cambiar necesariamente, con una mayor ingesta de grasas y proteínas, como ya se explicó en: Alimentación del perro en invierno: cómo cambia y cuáles son los alimentos recomendados.
Algunos veterinarios también recomiendan el uso de suplementos específicos, que ayudan a los huesos, articulaciones y articulaciones frente a posibles inflamaciones, estática e inmovilización de las extremidades, deterioro del cartílago, etc.
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Perro y humedad: el consejo del veterinario
Si no hemos tenido cuidado y la humedad ya ha golpeado a nuestro amigo de cuatro patas, entonces es recomendable contar con la atención médica, recomendada por nuestro veterinario de confianza. Además de mantener bajo control su estado de salud, también será necesario preservarlo manteniéndolo caliente, quizás con una profilaxis antiparasitaria, cepillando su cabello diariamente para favorecer su regeneración y muda.
También nos aseguramos de que el perro no se lama las patas después del paseo: las calles pueden haber sido rociadas con sal para la nieve y el perro no puede comer sal. Además, lamer la nieve podría causar problemas de estómago.
Cuando regreses a casa, nunca olvides secarlo bien con un paño seco y no lo expongas demasiado al calor de un radiador o una chimenea, para evitar un choque térmico.
Francesca Ciardiello