Cáncer de intestino en gatos: los diversos tipos y síntomas de la enfermedad
Hay varias formas de cáncer de intestino que pueden afectar al gato: averigüemos cuáles son y con qué síntomas ocurren.
La prevención constante ayuda a mantener la salud del gato en buenas condiciones; pero no siempre es suficiente para mantenerlo alejado de las enfermedades, incluso las más graves, lamentablemente. Uno de ellos es el cáncer de intestino en gatos; y por eso es muy importante aprender a reconocer los síntomas de la enfermedad, para poder intervenir con prontitud.
Los distintos tipos de cáncer de intestino en los gatos
Desafortunadamente, incluso nuestros pequeños amigos felinos no están libres de enfermedades que pueden ser fatales, como las neoplasias; Entre los diversos que pueden afectar al gato, se encuentra el cáncer intestinal.
Hay varios tipos de esta forma de cáncer:
- Linfoma: es la forma más común que puede afectar el intestino delgado del gato. La neoplasia puede afectar a diferentes puntos del órgano (hablaremos de linfoma múltiple), o solo a un tracto (por tanto, único). Es una forma tumoral identificable, con buena probabilidad, por ecografía;
- Adenocarcinoma: es una forma bastante rara de tumor felino, que también afecta, de forma aislada, una zona del intestino delgado del felino;
- Leiomioma: es una forma tumoral muy rara, de carácter benigno, no fácilmente identificable mediante ecografía, y que no se extiende a los tejidos circundantes;
- Leiomiosarcoma: también es una forma muy rara de tumor en los gatos: sin embargo, a diferencia del leiomioma, tiende a extenderse a los tejidos circundantes.
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Cuales son los sintomas
Es muy importante aprender a reconocer los síntomas de una patología para poder intervenir con prontitud. Ciertamente, no requiere los conocimientos propios de un médico, pero sí lo suficiente para comprender que el gato está enfermo.
De hecho, los síntomas del cáncer de intestino son bastante evidentes y más fáciles de rastrear hasta la enfermedad, incluso para los ojos menos experimentados.
Muy a menudo, la señal más obvia se trata de desastroso. los sangre presente en ellos podría ser un síntoma claro de la enfermedad (aunque también es atribuible a otros problemas), pero también prestar atención a la dificultad para defecar u orinar del animal (que podría deberse a un dolor excesivo).
Otro aspecto que no debe subestimarse es la variación injustificada de peso, tanto en aumento como en exceso. Un gato que pierde peso mientras continúa comiendo normalmente es señal de que algo anda mal; del mismo modo si ya no come (por ejemplo, debido al dolor).
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El problema también puede presentarse en la dirección opuesta: el gato, mientras come normalmente, gana peso. Problemas relacionados con cambios de pesosin embargo, son comunes a varias enfermedades. Otro síntoma muy obvio es el dolor que el gato pueda probar en la zona intestinal afectada por el tumor.
La sensación dolorosa puede desencadenarse al tacto (por ejemplo, cuando le acaricias la barriga) o ser espontánea: el gato se queja de dolor, y probablemente no podrá comer ni defecar ni orinar.
En presencia de tales síntomas es necesario contacte a su veterinario de confianza inmediatamente para una consulta. La puntualidad del diagnóstico de la patología y la consiguiente intervención médica son fundamentales para las posibilidades de supervivencia del gato.
Antonio Scaramozza