Fermentos lácticos para gatos sí o no: opinión de un experto
¿Puede el gato tomar fermentos lácticos? Y si es así, ¿en qué ocasiones? ¡Aquí está todo lo que necesita saber sobre el tema!
Levante la mano si nunca ha tenido problemas intestinales. Todos, tarde o temprano, estamos sujetos a este malestar, aunque sea un solo episodio. Incluso nuestros amigos de cuatro patas pueden tener este pequeño inconveniente. Sin embargo, donde las molestias se vuelven una constante, nos preguntamos si la ingesta de fermentos lácticos podría ser una solución. Aquí está la opinión de los expertos.
También te puede interesar: Dolor de estómago en gatos: remedios caseros
¿Podemos darle fermentos lácticos al gato?
Sí, los fermentos lácticos también pueden ser muy útiles para nuestros amigos gatos. Lamentablemente, incluso el gato puede tener algunas molestias que conllevan la necesidad de recurrir a estos productos. No existen contraindicaciones particulares, aunque obviamente se necesita mucha precaución.
Siempre es recomendable contactar con nuestro veterinario de confianza, sobre todo si es el primer episodio que puede dar lugar a la necesidad de darle fermentos lácticos al gato o si estás en las primeras experiencias con mascotas y aún no sabes cómo moverte. .
En cualquier caso, los fermentos lácticos deben administrarse según las dosis prescritas, y solo cuando sea necesario: es decir, cuando el gato esté enfermo.
¿Cuándo dar fermentos lácticos a los gatos?
Entendiéndose que los fermentos lácticos se le dan al gato cuando hay problemas intestinales, es necesario aclarar cuáles son las situaciones específicas a las que nos referimos. El ejemplo clásico es la hipótesis en la que el gato tiene diarrea. Por supuesto, debemos comprender de qué causa depende el trastorno.
Esto se debe a que los fermentos lácticos actúan sobre la flora intestinal del gato, restaurándolo y ayudándolo, pero no resuelven el problema de raíz. Lo mismo ocurre con la hipótesis de que el gato sufre estrés y la alteración afecta a la flora intestinal del gato.
Los fermentos lácticos ayudan mucho al felino durante el período de dificultad, pero el problema subyacente al trastorno aún debe eliminarse. También tenga cuidado con los cambios repentinos en la dieta; Puede que el gato tarde un poco en acostumbrarse. Obviamente asumimos que esta es una dieta que se impone por razones médicas.
En el resto de casos conviene valorar si se trata de una dieta sana, equilibrada y sobre todo apta para tu gato; En cualquier caso, ante la ausencia de alguna urgencia dictada por motivos de salud, la transición a un nuevo menú debe realizarse de forma paulatina, sobre todo si el gato sufre mucho el paso a una dieta diferente.
Los trastornos intestinales también pueden ser causados por medicamentos que toma el gato, como, por ejemplo, antibioticos. Se asume que, siendo la misma prescrita por el veterinario de confianza, el profesional te ha informado sobre los posibles efectos secundarios y la posibilidad, en caso, de dar fermentos lácticos al gato.
También te puede interesar: Consejos para el cuidado del intestino del gato: consejos a seguir
Los diversos tipos de fermentos lácticos
Entre los fermentos lácticos distinguimos entre tres categorías principales:
- Prebióticos: son sustancias no digeribles que se encuentran presentes en varios tipos de alimentos (principalmente verduras y frutas). Tienen la función de formar o ayudar a desarrollar la microflora en el cuerpo. Debe evitarse si el gato sufre de colon irritable;
- Probióticos: los probióticos para gatos son organismos vivos (a diferencia de los prebióticos) que ayudan al crecimiento de bacterias útiles para fortalecer el sistema inmunológico. Son un tipo de fermentos lácticos especialmente útiles en el caso de que el gato sufra diarreas y otros trastornos intestinales;
- Simbióticos: este tipo de fermentos lácticos representa una mezcla entre prebióticos y probióticos, constituyendo un buen compromiso entre las propiedades de ambos tipos.
Antonio Scaramozza